¿Cómo vive el FIFAGate el otro Burzaco?

El hermano del “arrepentido” tiene contacto permanente y lo visitó varias veces en Nueva York. El funcionario espera que termine el proceso para hablar.

Ya no se muestra en actos oficiales. Eugenio Burzaco sigue siendo el número dos del Ministerio de Seguridad. El gobierno no ve motivos para su remoción. La portación de apellido no es delito pero puede causar erosión política.

Su hermano, “el arrepentido” del FIFAGate, ha conmocionado el espinel político-empresario-futbolístico. Largas horas de exposición en el Tribunal Neoyorquino dejaron heridos, magullados y futuros indagados en la justicia argentina que se fue despertando a la voz del cañón americano.

Este año, Eugenio Burzaco visitó 3 veces a su hermano. Siempre fueron muy unidos y cuando estalló el escándalo, el funcionario puso la cara.

Alejandro Burzaco reconoció que tenía una cuenta bancaria en Merril Lynch donde figuraba Eugenio. “Mi hermano está registrado para que en caso de que yo muera hubiera alguien responsable“, indicó.

Los voceros del Secretario de Seguridad aclararon que la cuenta externa es obligatoria que el acusado la pusiera a nombre de un familiar. Es como un seguro por si le pasa algo. Lo que se llama en lo jurídico un albacea. ¿Por qué Eugenio y no otros de los hermanos? Lo explicaría la profunda relación de hermandad que tienen.

No está acreditado que el acusado dijera en el juicio como se difundió que su hermano le avisara que lo iban a detener y corría peligro su vida.

Por ahora, el funcionario asiste a actos oficiales sin prensa y se siente respaldado. Piensa que muy pronto tendrá que hablar de la situación de su hermano.

Su sueño más profundo es que, tras la información que entrega a los Estados Unidos, su pena se achique de sustancialmente, y le quede menos de 1 año para gozar de plena libertad. Aunque la familia sabe que ya nada será lo mismo.