Con un nuevo formato de comunicación, Cristina hizo el reality del ajuste

La ex presidenta cerró el acto en Arsenal con “gente común” víctimas de los problemas sociales vigentes. Un estilo Jaime Durán Barba con progresismo.

Cristina llegó casi de repente en un estadio que estaba colmado de manifestantes. Emponchada con los colores patrios, lista para entonar el himno. Ya no fue el palco de tarima, mirando desde arriba, sino en un escenario montado en la misma línea que la muchedumbre.

No hubo cánticos de La Cámpora, aunque sus principales cuadros organizaron la movilización de manera milimétrica. Cristina habló suave, pero con un mensaje muy claro: oponerse al ajuste y decir que la elección de mitad de término debería ponerle un freno al gobierno de Macri.

Al cierre, llamó a Pedros y Juanas, gente común, por supuesto previamente seleccionada. Muy parecido a ciertos spots de Macri o timbreos de Cambiemos.

Científicos, amas de casa, desempleados, pequeñas empresarias, todos y todas besaron a la protagonista que a esa altura parecía una predicadora evangelista,

Pepe Albistur, el publicista de mayor fama en el peronismo, marcó también su regreso. Se trata de mostrar una Cristina humana y cercana a la gente, sin tanta carga ideológica.

Javier Grosman le aportó la teatralidad que ya demostró, con creces, en los actos de la ex mandataria cuando eran gobierno.

Más de 60 mil personas, y un acto prolijo con mucho control de la gente. En palabras de un peronista recibido: “Muy poco conurbano y sectores medios anti macristas“.

La gente le gritaba “Cristina senadora”, a lo que ella jugó a la ambigüedad, por cierto cercana al renunciamiento histórico tan caro al sentimiento de la misa peronista.

¿Para qué revelar el misterio si hasta el sábado a la media noche puede seguir desgastando al candidato de la competencia que encima no tiene la llave del partido?

Los intendentes sigue transpirando. Los que aparecen en la foto de Avellaneda creen que están siendo llevados a un callejón sin salida. El juego de la ex presidenta solo le sirve, por el momento, a ella para re posicionarse hacia el 2019. Los jefes comunales necesitan bancas para no perder su territorialidad.

Del lado de Randazzo, lo miran por TV sin contar con un candidato con carisma ni seguidores para dar vuelta la página.