El rock and roll de los 75 agita la interna Lorenzetti-Servini

La resolución de la Corte, por el tope de 75 años, encierra una interna palaciega de jueces y políticos. Garavano complicado.

“Hecha la ley hecha la trampa”, dijo el filósofo del pragmatismo de los 90. Maria Servini (ya no es más de Cubría) como otra decenas de jueces agitados por la resolución del Alto Tribunal, bien lo saben.

En el caso de la jueza del fuero federal y electoral, se siente amparada por una presentación que la protegería de seguir en actividad tal como pudo en su momento el ex Cortesano Carlos Fayt y ahora la ministra Elena Highton de Nolasco.

Se cuestiona la validez del art. 99 inciso 4 de la Reforma Constitucional del 94, para ponerle un tope la vida pública de los mayores de 75, sobre quienes asumieron como jueces con anterioridad a esta norma.

Como todo en Derecho, es materia discutible. El problema reside cuando las miradas rectoras del Máximo Tribunal, presidido por Ricardo Lorenzetti, son permeables a los intereses políticos y personales.

Servini estalla por esto, ya que sabe que van por ella no por sus 80 años sino porque la quieren fuera por dos motivos: la jueza lo investiga a Lorenzetti por una denuncia de Elisa Carrió, sobre Fútbol Para Todos, mientras que el gobierno no la quiere más en el fuero electoral, por desconfianza.

Es uno de los pocos casos en los que los intereses del Rafaelino coinciden con la Rosada. Por otro lado, está la pelea de Elisa.

La líder de la Coalición Cívica está muy enojada con el ministro de Justicia Germán Garavano, ya que entiende que no actúa con pericia y duda de sus alianzas en el campo judicial.

Sin nombrarlo, Lilita le pidió al presidente Macri que restituya al camarista platense Leopoldo Schiffrin, que recibió un revés ante su pedido de excepción a la norma del tope de 75. La Corte dijo: no es “erga omnes”, es decir que no se aplica a todos los casos.

En este caso, las razones de reclamo de la diputada serían por afecto personal, aunque también teme una posible “peronización” con los futuros reemplazos de los abuelos del martillo.

En el Senado está la mayoría peronista que ayer recuperó bancas en la Auditoria General de la Nación. Ahora este poder revisará caso por caso de las decena de jueces que podrían jubilarse.

No es casual que la Chuchi se haya acercado nuevamente a viejos amigos como Eduardo Duhalde, a quien tiene ganas de ofrecer una mano para intervenir el partido justicialista. Como se ve un historia que es mucho más que un almanaque .

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