Ferraresi sacó las cámaras de seguridad de Racing

El hecho se dio justo después que se le dictara el derecho de admisión a un empleado de la municipalidad.

Los barras bravas crecieron y se expandieron al calor de la política. Esta historia lo confirma nuevamente. Hace cuatro días, la Municipalidad de Avellaneda, a cargo de Jorge Ferraresi, aliado incondicional del kirchnerismo, mandó a sacar todos los domos con cámaras de seguridad que el APREVIDE tenía colocados en la cancha de Racing para controlar a los barras.

El hecho se dio justo después que se le dictara el derecho de admisión para ingresar a los estadios a un empleado de la municipalidad de Avellaneda que también es el jefe de la barra de Dock Sud.

Otro dato no menor: los líderes de la barra de Racing también “trabajan” en la Municipalidad para Ferraresi.

Las cámaras habían sido colocadas por pedido de la APREVIDE y del Ministerio de Seguridad de la Provincia. Y se utilizan para monitorear los ingresos.

Racing le mandó una carta al titular de la APREVIDE, Juan Manuel Lugones, informándole que la Municipalidad sacó las cámaras con un argumento increíble: “que en la vía pública no pueden funcionar cámaras de seguridad de particulares”. Pero además el argumento arrastra un error grave porque la APREVIDE no es un particular, es un ente del Estado que debe garantizar la Seguridad en los Espectáculos Deportivos.

A esto se suma que la Municipalidad le cobra al club $ 120.000 por cada día de partido: 86.844 en concepto de agentes de Seguridad de Tránsito y 47.607 por realización de espectáculo deportivo en el Municipio. “Es todo mentira, porque todo lo controla la Policía Bonaerense. La Municipalidad no hace nada”, dijo una fuente oficial.

Recordemos que la barra de Racing había tenido a su cargo la custodia del acto de campaña de Cristina Kirchner en el “Cilindro” de Avellaneda. Y con una llamativa particularidad: si bien existe una interna entre los violentos, para la ocasión se pusieron de acuerdo: cada integrante de La Guardia Imperial, los Racing Stones y La 95 (las tres facciones que se disputan el poder de la tribuna) recibieron 5 mil pesos por brindar seguridad.

Aquel 16 de octubre, un día antes del “Día de la Lealtad” peronista, la Policía Bonaerense no estuvo a cargo de custodiar el acto de Unidad Ciudadana en el cual Cristina Kirchner afirmó que “si estuvieran aquí, Evita votaría a Cristina y Perón a Taiana”.