Exclusivo: el intendente electo de Pinamar no asumió y ya protagonizó un escándalo

Martín Yeza, el jefe comunal elegido por Cambiemos, perdió su teléfono la noche en que ganó los comicios y a partir de ahí se desató una verdadera ola de denuncias cruzadas que provocaron hasta despidos de funcionarios. La historia completa.

Cuando parecía recuperar la calma institucional con el triunfo de Martín Yeza, Pinamar otra vez quedó en el centro de la polémica por un escándalo político. Tras tener cinco intendentes en apenas ocho años, ahora en la ciudad costera se produjo una ola de denuncias con un jefe comunal que todavía no asumió.

Todo comenzó la noche del 25 de octubre, cuando en los festejos por su victoria, Martín Yeza, el intendente electo más joven del país con tan solo 29 años, perdió su teléfono en el bar La Pinta de la calle Bunge al 1200. Según pudo averiguar Expediente Político, el celular de Yeza habría llegado a manos de funcionarios de la municipalidad, que responden al intendente del Frente para la Victoria Pedro Elizalde, y a partir de ahí comenzaron las denuncias cruzadas.

Algunos mensajes del teléfono confirmarían que Yeza negociaba con Nora Ponce, secretaria de Acción Social de la municipalidad, la continuidad de ella en el cargo, algo que el referente de Cambiemos negó durante toda la campaña. El intendente Elizalde echó a la funcionaria por esto y el propio Yeza salió públicamente a denunciar una extorsión para recuperar su teléfono y maniobras desestabilizadoras. Incluso habló directamente con María Eugenia Vidal para pedirle ayuda.

El jefe comunal electo, por medio de sus abogados, fue a la justicia para denunciar las supuestas extorsiones y dejar una resolución para que no se publique más información de su teléfono por ser contenido de su vida privada. A su vez, dejó entrever que le habían llegado a pedir 30 mil pesos como extorsión por medio de intermediarios.

La justicia ya tomó cartas en el asunto y deberá resolver, entre otras cosas, cómo se perdió el teléfono. Algunas versiones indican que trabajadores de recolección de residuos lo encontraron tirado al día siguiente, mientras que otras no descartan que se lo haya sacado algún colaborador del propio intendente electo, molesto por los rumores de negociación con Ponce.

Todavía quedan muchas cosas por esclarecer, pero lo que sí está claro que Pinamar, tras los emblemáticos casos de Porretti y Muriale, todavía no encuentra la paz institucional.