El nuevo presidente de la AFA a la caza de los ñoquis

El nuevo presidente tiene varias prioridades. Además de un nuevo DT, intentar convencer a Messi para que regrese y organizar el sector administrativo.

Uno de los puntos más críticos está relacionado con la cantidad de personas que trabajan en las oficinas de la calle Viamonte. Cuentan que Pérez solicitó un relevamiento de cada piso y de cada oficina para saber cuántas personas trabajan en Viamonte. También pidió un detalle de las tareas de cada área y recibió una sugerencia de Servini de Cubría. “Hay que hacer limpieza“, le ordenaron.
En las oficinas de la calle Viamonte trabajan alrededor de 200 personas, de los que quedarían unos 150.
También se va a recortar el personal jerárquico del Comité Ejecutivo, que de tener 45 personas pasará a tener 15. Antes, claro, habrá que ponerse al día con los empleados.

“Hace poco cobraron una parte de la deuda, pero siguen atrasados”, le dijo un presidente de un club rosarino a ExpedientePolítico. “¿Si la AFA tiene muchos empleados? ¿Quién sabe? De algo estoy seguro, si todos trabajaran al 100%, sobrarían”, sugirió la misma fuente.

Claro que la situación no es sencilla. “No hay plata, y si despiden gente habrá que indemnizarlos”, contó un dirigente. “La mayoría del personal es gente de mucha edad, cerca de jubilarse. La verdad que en algunos puestos hay que aggiornarse, barajar y dar de nuevo”, explicó.

Mientras tanto, en AFA reina el temor y la incertidumbre por el futuro de los empleados, que no saben qué pasará a partir del desembarco de Santo Biasatti, un viejo amigo de Armando Pérez, y el Comité Normalizador.