La “remontada” de Cristina dejó a Fantino y los suyos en offside

En la mesa de Animales Seultos muchos se animaron a hacer análisis con los primeros números.

A las 23 horas, cuando Santiago Del Moro le pasó la posta a Alejandro Fantino, Esteban Bullrich tenía una clara ventaja de siete puntos sobre Cristina Fernández de Kirchner. “Estoy sorprendido”, dijo Fantino, camino a la mesa donde lo esperaban Jorge Asís, Sergio Berensztein, Romina Manguel, Gerardo Young, Fernando Carnota, Edi Zunino, y Eduardo Feinmann. Fue una noche complicada por los resultados ajustados, pero muchos se apuraron y quedaron en off side.

Pese a los números, Asis daba desde el principio de la noche una versión más optimista para el kirchnerismo, y al final el resultado le dio la razón. También es verdad que hace semanas le venía adjudicando 40 puntos a la “Doctora”, como le gusta decir.

Cuando Fantino se hizo cargo del aire, Romina Manguel tomó la posta en la mesa de Animales Sueltos. “Me comentaron que la gente que está trabajando en Sarandí dejó entrar a la militancia para evitar un escenario solitario, para que se vea otra cosa”, dijo, pasadas las 23. Desde el búnker K, Paula Trapani acotó: “Las caras largas están a la orden del día en Sarandí“.

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Desde el piso, Feinmann se entusiasmó, a las 23. 30. “La diferencia es clara, de seis puntos”, indicó. Fue cuando Fantino, interrumpió el análisis de Zunino para dar una versión: “Me están contando que Cristina se fue de Sarandí y que no hablaría. Que Espinoza se haría cargo del discurso. Es una versión muy fuerte”.

Mientras tanto, Carnota aseguraba que “el verdugo de Cristina fue Randazzo”, mientras que Feinmann actoaba que “Cristina fue verduga de sí misma”. “Los de Cambiemos le tienen que hacer un monumento a Randazzo”, agregó Fantino.

Minutos antes de las 12, cuando la diferencia se iba achicando, Carnota preguntó: “¿Cómo hace para cortarle cuatro o cinco puntos para darlo vuelta?”, y Paula, desde Sarandí, fue más allá. “La caracteristica del kirchnerismo es la de no reconocer las derrotas”. Feinmann, con una sonrisa, apeló a la ironía: “A las siete va a ganar Cristina…”

De pronto, cuando la información oficial indicaba que la ventaja de Bullrich ya era de cuatro puntos, Menguel, teléfono en mano, dijo: “Me informan que desde el búnker de Cristina que la ventaja es reversible”. Todos se rieron y Manguel se defendió: “No se enojen conmigo, es información”.

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Enseguida, Carnota no se queda atrás y agregó: “Me dicen que los números finales lo tienen a Bullrich dos puntos arriba”.

Dos minutos después de las 12 de la noche, Fantino pide ir a Sarandí. “Revive el Bunker de Cristina”, dice, cuando los números daban ganador a Bullrich por 35,6 a 32,8.

A las 00.14, Fantino vuelve a interrumpir. Porque la diferencia se seguía achicando: 35,4 a 33. “Muchachos, ya no son seis puntos”, dice Fantino. Feinmann recogió el guante: “No importa por cuánto, pero mañana los diarios van a decir que Macri le ganó a Cristina. Aunque gane por un punto”.

Cuando el reloj daba las 0.30 y en el búnker de Cambiemos no quedaba nadie, Zunino hizo su aporte: “La política se parece más al teatro que al deporte. Hay una escenificación de un triunfo a nivel nacional de Cambiemos para irnos a dormir con esa noticia, hay que ver cómo termina la provincia”.

Desde Sarandí, Paula Trapani daba una nueva información: “Acá creen que Cristina va a ganar por un punto”. Feinmann, retrucó: “Decile que sí, que en el 2028“. Manguel y Carnota, mientras tanto, decían que todavía faltaban contar los votos de Mar del Plata y La Plata, donde Cambiemos había hecho una gran elección. “Faltan cargar los datos y Bullrich podría distanciarse”, dijeron.

A las 0.49, cuando Bullrich tenía una ventaja de 34,8 a 33,6, Feinmann analizó: “Nadie pensó que Cambiemos podía ganar por seis puntos, es una fantasía”. Fantino, preguntó: “¿No festejaron temprano?”. La mayoría dijo que no, y Feinmann, cuando el programa se iba, apuntó: “¿No nos quedamos hasta las siete para ver si gana Cristina?