Larreta baja a tres por semana y Lousteau asoma la cabeza

La catarata de actos con apariciones públicas del Jefe de gobierno no está dando el resultado esperado. La amenaza Lousteau enciende sensores de alerta.

Horacio R. Larreta quedó en medio de un embudo: el gobierno nacional y el de María Eugenia Vidal se llevan todos los ecos de la cobertura política. No es fácil para el Jefe de gobierno porteño brillar, más teniendo en cuenta que los anuncios sobre obra pública son muy puntuales, producto de la recesión y el no despegue en lo económico.

En el segundo semestre, la campaña de “la alegría” no tuvo la cobertura de prensa esperada. Larreta inaugurando la primavera o sacándose fotos con artistas para que plasmen su impronta en la avenida Corrientes, fueron evaluadas como exigidas y saturadas.

Larreta llegó a “casar” a Cacho Castaña, y a presentar la policía de la ciudad con un helicóptero ploteado y prestado por el SAME.

A todo esto, la reunión que mantuvo Macri con Lousteau puso en alerta al gobierno porteño. El actual embajador en Whasignton es un directo competidor en la ciudad con vistas al 2019. ¿Jugará por adentro o por fuera de Cambiemos? Está por verse pero lo seguro es que juega y antes de lo pensado.

VOTÁ EN LA ENCUESTA. ¿Cómo evalúa la gestión de Rodríguez Larreta?

Como rectificación, el plan de comunicación de Larreta prevé ahora menos apariciones pero de mejor calidad política. Se decidió un máximo de tres por semana. Por ejemplo, se espera con ansiedad la inauguración del Metrobus de avenida Cabildo-Santa Fe, proyectada durante noviembre.

Por otra parte, suenan críticas en el fuero interno por el personalismo de Larreta, quien no da juego en algún escenario de prensa a sus ministros. ¿Quién en la calle podría decir el nombre de al menos un ministro del Jefe de Gobierno porteño? Muy pocos.

El helicóptero “trucho” de la Policía era alquilado para la presentación