Larreta le pasa la planchita a los rulos de Lousteau

El economista volverá a ser oficialista pleno a través de un acuerdo que lo mantenga vigente. Será parte del iterbloque Cambiemos en el Congreso Nacional y el radicalismo porteño cierra filas.

Larreta quiere ser presidente pero sabe que antes debe esperar 4 años más y repetir como Jefe de Gobierno. De la mano de Lilita aplastó electoralmente a las disidencias. De todas maneras no está tranquilo . Su pesadilla se llama Martín Lousteau, el único que con un cambio de clama puede seducir a la clase media porteña.

Lousteau se encuentra viajando deshojando margaritas y pensando un acuerdo posible con su rival que le permita seguir a flote compitiendo para el 2019. El disciplinamiento que le imprimió el gobierno porteño ha sido una “planchita” a sus rulos rebeldes de ECO.

Primero echaron a el Titular de Cesba, Federico Saravia, de muy buen desempeño en el organismo de medición de calidad de políticas públicas. El último despedido fue el Director de Corporación Sur, Luis Cabillón.

El poder en movimiento y sin respiro, aunque en forma paralela se abrieron canales de diálogo con el radicalismo porteño que apoya a Lousteau. Este espacio liderado por Emiliano Yacobitti tiene obturada la interna partidaria por una rápida decisión de la Jueza Servini de Cubria, siempre lista en oler la corriente ganadora.

A la vez, Hernán Rossi, enviado de Coti para disputa los porotos en la interna de la Convención Nacional quedó también en el camino de la burocracia.

Todos saben ahora que el “dialogo” se impone como única salida con el Larretismo.Las dos banderas , por ahora , irrenunciables son: normalización partidaria para seguir gobernado la UCR porteña y que le dejn competir en una interna abierta con Larreta, a Lousteau, con vistas a las elecciones a Jefe de gobierno 2019.

En el camino, si se traza el acuerdo antes de Navidad, el oficialismo Pro se aseguraría una mayoría automática en la legislatura porteña para sacar cuatro proyectos de obra pública que obsesionan a Larreta y que creen lo ubicará como el alcalde más transformador de la ciudad.

En tanto, Lousteau no se estresa y de viaje piensa en su debut de parlamentario, muy cerca del color amarillo.