Minnicelli, a los besitos en los pasillos

Pese a que su estado de salud no era el mejor, el cuñado de De Vido no pierde el buen humor ni las mañas. Cuando lo detuvieron, posó sonriendo para el fotógrafo de la Policía Bonaerense y este lunes salió del juzgado como una diva. Cuando pasó delante de los periodistas, se llevó la mano a la boca y mandó un “besito”. Le esperan unos meses o años de calabozo. Veremos si eso le cambia el humor.