Qué le prometieron a Magario para calmar sus críticas

El equipo de María Eugenia Vidal recibió esta semana a la intendenta de La Matanza, que había sido muy crítica del discurso de la Gobernadora el 1 de marzo. 

La relación entre las dos mujeres fuertes de la Provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal y la intendenta de La Matanza Verónica Magario es más que tensa.

Hace pocos días, Vidal dio su discurso de apertura de sesiones ordinarias en la Legislatura bonaerense y pasaron pocos minuros para que Magario le saliera al cruce en los medios. Había escuchado a la mujer de mejor imagen del país sentada en la primera fila y le corrigió algunos datos como que no había avance en las obras.

Rápidos de reflejos, en la Provincia citaron esta semana a la Jefa comunal y le hicieron una promesa para calmarla.

La presidenta de la Federación Argentina de Municipios (FAM) fue recibida por el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, Roberto Gigante, para tratar el plan de obras que según Magario había quedado paralizado por parte de la Provincia.

“Esperamos que cumplan y retomen las obras pactadas y que no se hagan diferencias de colores partidarios”, remarcó Magario a la salida del encuentro.

El hueso con el que intentaron contener la furia verbal de la matancera fue un nuevo encuentro pronto. “Acordamos tener una respuesta la semana próxima, ante todos los temas planteados”, concluyó Magario.

Entre otros puntos, Magario pidió avanzar en la ejecución de obras hidráulicas, entre las que subraya el saneamiento del arroyo Dupuy en Laferrere, una de las localidades más populosas de La Matanza. También pidió obras de vivienda, mejora de los accesos al distrito, obras viales y limpieza de arroyos, entre otros.

La Jefa Comunal fue hasta La Plata acompañada por el vicejefe de Gabinete municipal, Mariano Ríos Ordóñez, y se reunió con el Ministro y su equipo en oficinas del Banco Provincia en la ciudad de Buenos Aires.

Hoy el malhumor de Magario es doble. Por un lado contra el Gobierno de Macri y de Vidal, pero también cayó como un baldazo de agua fría la postulación de Randazzo dentro de la interna del peronismo bonaerense.

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