Sanz maneja el pulso del Congreso y evita críticas por los DNU de Macri

Ernesto Sanz no es más senador ni presidente del radicalismo. Sin embargo, como constructor tiene un peso considerable en los bloques legislativos de la UCR. ¿Qué hace?

De tanto en tanto, visita el Congreso. Y cuando anda por el Senado, en este verano caliente, no se priva de ver al jefe de bloque del Partido Justicialista, Miguel Pichetto. El representante por Río Negro tiene su propia agenda, pero se siente muy cómodo debatiendo y dialogando con Sanz.

Al parecer ambos acordaron no objetar los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), sobre Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART) y migraciones.

Para el primer tema, la CGT debería dar conformidad a cambio de medidas que garanticen el empleo joven y pongan fin a la ola de suspensiones en algunas empresas.

Con respecto a las restricciones para personas con antecedentes delictivos, Pichetto está más que conforme: “Hay gente que no debe ingresar al país. Ni siquiera podrían hacerlo en Burundi”, refiere, sin bajar la guardia en su combate personal contra “bandas de peruanos” que según él controlan el narcotráfico en la Argentina.

En consecuencia, no habrá objeciones para “el decretismo” y el no llamado a sesiones extraordinarias en febrero.

Ahora, Sanz y Pichetto deberán preparar el terreno para que se apruebe un proyecto de ley sobre mercados de capitales, que debería ingresar lo antes posible por Diputados.

Esa norma, le permitiría al gobierno de Macri hacerse de unos tres mil millones de dólares y encarrillar la situación económica, la verdadera espada de Dámocles sobre su gestión.

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