Se abre la pelea por los despachos en el nuevo Congreso

Los legisladores que ingresan ya iniciaron conversaciones. Cómo se resuelve una pelea que nadie quiere perder.

Tal como ocurre cada dos años en el Congreso de la Nación, se acerca el recambio legislativo y se desata una pelea por los despachos que nadie está dispuesto a perder. El objetivo: estar en el Palacio, y de ser posible en planta baja.

A fines de 2015 la disputa se hizo pública por el despacho 340 que finalmente se quedó Máximo Kirchner, a cambio de que Kunkel y Teresa García se crucen al Anexo A. Pero la realidad es que esta disputa existe desde siempre.

Este año ya comenzaron las conversaciones. En el Senado, Cristina pelea con el sureño Costa, histórico rival de los Kirchner en la provincia. Ambos pretenden uno en el tercer piso.

En la Cámara Alta, mucho más que en la Baja, la pelea es por estar en el Palacio ya que los despachos en el Anexo que está sobre la calle Yrigoyen tiene gran tamaño.

Distinta es la realidad de Diputados. Allí existen despachos muy pero muy chicos, por lo que la batalla por el espacio es clave. Algunos que se quedan con despachos chicos piden otro, de igual dimensiones, pero al menos pueden dividir al personal y no tenerlo en pocos metros cuadrados.

La decisión pasa por la presidencia de la Cámara pero la realidad es que los usos y costumbres indican otra cosa. Existe mucha entrega de despacho de mano en mano. Es decir, un diputado K que se va se lo deja a uno K que entra, por ejemplo. Lo arreglan entre ellos. Eso se impone.

Tan drástica es la disputa que según supo este sitio algunos diputados que ingresarán el 10 de diciembre próximo hasta incluso llaman a amigos de otros partidos porque desconfían de las internas propias. A todo o nada por un despacho por, al menos, cuatro años.