Facundo Manes estrenó un discurso presidencial

La cena para recaudar fondos para su Fundación INECO, que lucha contra enfermedades del cerebro, tuvo una segunda lectura latente en las mesas que rodearon al protagonista de la noche. Facundo Manes tuvo una suerte de relanzamiento a la política.

Fue una noche donde le habló al famoso círculo rojo, entre empresarios, políticos y periodistas. Sumó a su saber médico una mirada político social, al referirse a la necesidad que “los argentinos salgamos de la coyuntura y pensemos un país para los próximos 15 a 20 años”.

“Parece un discurso presidencial”, se escuchó decir a un empresario que estuvo, días atrás, en el Coloquio Idea y quedó decepcionado por lo “chiquito y parcial del debate” planteado en Mar del Plata.

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En ese marco, escuchar a un comunicador envolvente como el médico que operó a Cristina fue una bocanada de aire fresco. ¿Será el outsider que busca una tercera vía?

Los radicales que lo conocen y lo acercaron a Cambiemos de la mano de Ernesto Sanz saben de su potencial de innovador, una suerte de “nuevo Terragno”, pero a la vez destacan su debilidad: le fastidian los escalones que hay que subir en la burocracia política, como la rosca y su entreveros.

Ejemplo de esto, Manes se fastidió con la estructura del gobierno ya que lo bajaron de la primer candidatura a senador que pretendía, y le contra ofertaron la segunda banca. Su chapa pudo más que la cintura política, y lo rechazó. Al tiempo renunció como asesor de la gobernadora Vidal.

La cena tuvo sillas vacías de representantes del oficialismo gobernante. Solo el Secretario de gobierno bonaerense, Fabián Perechodnik, dijo presente en la velada.

Otro déficit es su escasa inserción en nivel de conocimiento de la gente. Todas las encuestas lo tiene por ahora invisibilizado.

Sin embargo, en una reciente encuesta del consultor Gustavo Marangoni, se le pregunta a la gente si votaría a un personaje por afuera de la estructura tradicional de la política y un 55% dice que lo pensaría. En esa encuesta ante las opciones presentadas Tinelli aventaja a todos a nivel de conocimiento.

Hoy, el científico que indagan las cabezas humanas, está suelto y dispuesto a ser un emergente de la sorpresa o la oxigenación del sistema.

Al contrario del efecto Bolsonaro, lo suyo, como filo radical, es el Estado articulando políticas sociales y la búsqueda de consensos.

El hombre que al igual que Favaloro es producto del esfuerzo: surgió de una clase media baja, se recibió en la educación pública, y ahora quiere devolver algo de lo que aprendió.

Muchos lo aplaudieron con fervor, entre ellos su amigo el presidente de River, Rodolfo D´Onofrio, quien también piensa en trascender por afuera de su actividad, en este caso el fútbol.

Manes propuso a la audiencia dejar un momento la mente en blanco para pensar algo diferente, el efecto “Eureka”. Un idea al menos diferente para lo que se ve en el campo del show de declaraciones y de la picante coyuntura.