Martín Lanatta se hizo un chequeo del corazón

El resultado fue favorable. El condenado se sigue quejando ante celadores y autoridades penitenciarias del penal de Ezeiza por su comida.

En las últimas horas, se hizo un chequeo médico y sigue siendo vigilado las 24 horas por una cámara de seguridad. Esta semana ya fue visitado por su madre, quien pudo ver a su otro hijo detenido, Cristian.

Los hermanos Lanatta permanecen aislados al igual que Víctor Schillaci: están en módulos distintos y ni siquiera tienen contactos con otros reos. Sí tienen derecho a visitas: dos veces por semana de tres horas cada una, y más allá de los problemas de salud que ellos dicen tener, los penitenciarios recuerdan con ironía que “para correr son rápidos”, por los 15 días que estuvieron escapando de la Policía.

Este viernes, las autoridades del SPF organizaron una recorrida por el penal de Ezeiza con periodistas para mostrar las condicioens del penal. Como toda visita oficial, nunca muestra los defectos.