Un ex funcionario de Montenegro, involucrado en la mafia de los contenedores

Se trata de Jorge Silva, con pasado en la ex SIDE y en el Ministerio de Seguridad de la Ciudad. Ahora frecuentaba Comodoro Py.

La causa que investiga el juez Diego Amarante sobre las mudanzas truchas al exterior, un capitulo de la mafia de la Aduana, tiene un personaje central. Jorge Silva fue funcionario y hombre de confianza de Guillermo Montenegro en la Secretaria de la Seguridad de la Ciudad. Cuando la Justicia iba a detenerlo, decidió terminar con su vida.

Silva tuvo un paso importante por la SIDE y hacía uso de esos vínculos hasta los últimos días de su vida. El dato era conocido por muchos funcionarios que lo conocieron, y lo sufrieron, durante su paso por el Gobierno de la Ciudad.

Llamativamente, cuando el juez Amarante ordenó su detención, Silva fue encontrado ahorcado en su quinta de la localidad de Lobos.

En la causa judicial se comprobó que Silva ingresó a la ex SIDE el 1 de noviembre de 1976, pasó por la Dirección Antecedentes, luego a la Dirección de Reunión Interior, delegado en el exterior de la
Secretaría con fijación en España, y finalmente fue dado de baja por jubilación el 1 de junio del 2000.

Luego fue funcionario del Gobierno porteño y ocupó un cargo jerárquico en la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de la mano de Montenegro. En 2011, Silva tuvo que dejar su cargo de Director general Seguridad Privada a manos de Ignacio Antonio Cocca.

En un allanamiento a su oficina se encontraron recibos de sueldo del Ministerio de Seguridad correspondientes al año 2016, y recibos de haberes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires correspondientes a los períodos de diciembre 2010 a Mayo 2011.

Pero hay más. Según pudo saber ExpedientePolitico, en los últimos meses Silva frecuentaba un juzgado federal de Comodoro Py. El dato consta en la causa judicial.

La causa que lleva adelante el juez Amarante es por unas 58 mudanzas simuladas que hizo una organización entre octubre de 2015 a agosto de 2016. Entre otras cosas, contrabandearon 48 motos de alta gama, 45 cámaras de foto y proyectores, 7.880 teléfonos celulares, 2.557 computadoras y tablets, 2.835 consolas de juego, y 74 televisores, entre otros artículos de lujo.

A mitad de la semana pasada, Amarante procesó con prisión preventiva a dos despachantes de aduana y a nueve funcionarios de la Aduana.