15 días y 15 noches, no mucho más para saber cómo va Lavagna de candidato

El triunfo de Uñac le dio proyección nacional. Aún está verde su armado político. ¿Irá todo el peronismo junto? El pase de Monzó en la gatera.

Lavagna vive tiempo de descuento para presentar un armado medianamente competitivo en las próximas elecciones nacionales. Lo apura la coyuntura inflacionaria y la necesidad de perforar la Grieta y consolidar la expectativa que despertó su aparición. Un bocadito de cardinali para los escépticos, anti Cristinistas o culposos votantes de Macri.

15 días y 15 noches parece un tema versionado de Sabina, pero es el tiempo reducido, días más días menos, sobre el que debe montar un escenario de armado político serio y audaz.

A la impaciencia del círculo rojo, el equipo de Lavagna contesta con un “estamos en campaña permanente”.

Lavagna estuvo en Expoagro, Córdoba, San Juan y se sacó una foto con una espada del MPN, triunfante en Neuquén.

La búsqueda de un gobierno de unidad es por ahora una linda frase al que bebiera seguirle un cómo. Al economista lo secundan una serie de dirigentes peronistas que ofrecen poco de novedoso:  Duhalde o Barrionuevo difícilmente entusiasmen a la desorientada clase media.

En las últimas horas trascendió que Emilio Monzó podría sumarse como el factotum del armado. El todavía presidente de la Cámara de Diputados de Cambiemos duda sobre cómo presentar su diáspora y que suene algo elegante.

El “candidato” está esperando que muevan las fichas los radicales. Es de su gusto que el armado no quede como tan peronista, sino de una coalición amplia: socialistas, radicales y peronistas. Lousteau sería una ficha deseable. Además, esa noticia le haría ganar tiempo y expectativa ante un peronismo tan enredado.

A Don Roberto se le acercaron varios encuestadores y consultores para ofrecerle sus servicios. El virtual candidato necesita, imperioso, un Jefe de campaña, al estilo norteamericano, que ordene la topa. Un conocido asesor le arrimó una idea de afiche donde se lo ve al economista con una semi sonrisa como la Gioconda y el slogan: “sabe”.

El triunfo de Sergio Uñac, en las Paso de San Juan, le dio al exponente de Alternativa Federal una chapita de proyección nacional. El gobernador que obtendría la reelección suena como su posible compañero en al fórmula. El propio ganador debió jugar a un fino equilibrio conteniendo en su lista a kirchneristas. ¿Podrá hacer lo mismo Lavagna a nivel nacional si es que Cristina se baja?

La recaudación pareciera tener posibilidades. Ya varios empresarios importantes se acercaron al fogón de Lavagna. Los atiende un joven financista, fanático de River: Carlos Hourbeigt se ha ganado mucha confianza personal del economista tras haber renunciado a la CNV (Comisión Nacional de Valores) para estar en su proyecto.

Antes, hay que acomodar los egos. Pichetto es el más pragmático porque además tiene escasos votos propios. Sergio Massa se bajaría en los próximos días. En tanto que Urtubey haría una interna con Lavagna sin estridencias y cuidando el estado de salud del espacio.

Apurarse . tratar de no equivocarse. O como dijo Sabina en una canción, Lavagna terminará hablando con “esa amante inoportuna / que se llama soledad”.