34 años de la ley de divorcio y la voz de una mujer valiente

La ley 23.515 de 1987 fue un parto de una nueva sociedad menos a trada al tradicionalismo. Postales de época.

Cuando aún no florecía el neo feminismo, una valiente dirigente radical, Florentina Miranda, puso la lupa para pelear por la Ley de Divorcio que finalmente, tras ásperos debates y un Iglesia en contra, se sancionó el 3 de junio de 1987. La votación se consagró durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

A Florentina le gustaba recordar la ocasión en que fue visitada por “unas chicas de entre 10 y 12 años” que le expresaron el deseo de que saliera el divorcio . Ellas le dijeron: “Para que se casen papá y mamá”. “Nos costó convencer a (Raúl) Alfonsín, pero él nos dijo que no la iba a vetar, y salió”, explicó.

Los sectores más conservadores de la Iglesia trataron de resistir con marchas pero la ley vino a poner transparencia y soluciones para el vínculo de nuevas parejas, se calculó en aquel entonces 2 millones y medio de personas que querían comenzar una nueva vida y solo podían casarse vía México o  Paraguay.

Si bien la problemática enlazaba a los dos géneros, la mujer venía rezagada y era mal vista si como madre quería separarse. La Ley de divorcio fue uno de esos hitos de la democracia, sobre cambios culturales que golpeaban la puerta del Congreso, tales como décadas depués fue el matrimonio igualitario.

Alfonsín puso el pecho al debate que cruzó, transversalmente, fuertes opiniones entre los integrantes de la mayoria de los bloques políticos de la época.