6 meses de Alberto: quién manda y cuán lejos queda el talud económico

El gobierno pasó más tiempo elipsado por la cuarentena que en la posibilidad e ejecutar un plan concreto. Cristina es la estratega, el presidente el intérprete de la partitura.

El caso de la desaparición del submarino ARA San Juan dejó a 44 héroes perdidos en la antesala del abismo marítimo, conocido como el “talud” continental.

Esta profundidad supera a la montaña más alta del mundo, el Monte Everest con 8.846 metros. Los especialistas buscaron durante meses, hasta que se detectó la nave a 907 metros de profundidad. Sus familiares debieron conformarse con un sentido adiós ya que los cuerpos no pudieron ser rescatados.

Los sacrificados de las consecuencias económicas de la pandemia, y los acumulados de los desastres heredados, ponen al presidente Alberto Fernández en la extrema tarea de bucear sobre un mar de incertidumbres. Cómo sacar a flote la economía será su éxamen final.

A 6 meses del comienzo de su gestión, las preguntas se multiplican tan díficiles de prever como afirmar cuando estará la solución sanitarial al Covid-19.

El remedio al cimbronazo de la caida de la actividad económica mundial es para el Frente gobernante, como para la mayoría de los gobierno mundiales: aplicar más estado, con la fácil tentación de caer en el dogma populista.

Las dos caras del estado necesario y el invasivo podrían sintetizarse en el manejo y método aplicado por el Ejecutivo, en la materia salud y en la del caso Vicentín.

El cuidado que propicia el sistema de salud estatal, con todas sus imperfecciones, nos alejaron al dificl dilema  moral de la “ultima cama”, o como para no ir tan lejos, Perú donde un paciente con coronavirus debe pagar 40 mil dólares para ser atendido.

La cuarentena ha sido una obsesión para Alberto. Los resultados comparativos con paises de la región, le otorgan el beneficio al aplauso aunque el no saber como ir felxibilizando el sistema de encierro podría ser su tumba política.

La futura expropiación de la cerealera Vicentín es un puerta tentadora ha volver al kirchnerismo que va por todo. Siempre una de más con rosca épica del relato. Los ceos de la empresa santafesina mostraron gran impericia, endeudandose por todos los constados.

Fue el ex titular del Banco Nación, Javier Gonzáles Fraga, quien dio un generoso crédito de  5.785 millones cuando la empresa ya estaba en cesación de pagos y faltaban días para que Macri dejara el poder. Capitalismo de amigos o estatismo idelógico y bobo, son muchas veces las caras de una misma moneda.

¿Quién pondrá la plata ahora? ¿Por qué no se limitó Alberto a intervenir y abrir el juego a los oferentes privados? La posible respuesta es hacerse otra pregunta: ¿Quién manda realemnte Alberto o Cristina?

 

Alberto llamó a varios periodistas, formadores de opinión, para recarcarles que él manda en las acciones fundamentales de medidas tomadas, aunque habla permanentemente de todo con su socia y vice , Cristina

El asuntó le abrió una crisis política al gobierno sobre los multiples frentes que tiene tan peligrosos como la cumbre del contagio del virus.

El proyecto exproopiador ingersará por el Senado donde Cristina maneja la mayoría y aguardará un resultado incierto en diputados. La izquierda no peronista y otros aliados sueltos puden darle la firma final.

La judicialización es la vía que le quedará a los sectores opositores, incluidos empresarios de primera línea que ven en Vicentín un caso testigo peligroso. Las explicaciones de Santiago Cafiero afirmando en un reportaje a La Nación, que no todos los casos de empresas en convocatoria terminarán en expropiaciones, fueron un geniol vencido.

El talud económico parece lejo pero para millones de argentinos ya significa caer en al pobreza, pedir ayuda económica.incluyendo a sectores medios como señaló el titular de Cáritas, Mons. Carlos Tissera quien afirmó que la ayuda alimentaria debió extenderse a muchas personas de clase media que, por falta de ingresos, cayeron en la pobreza.

Los cuestionamientos del modelo: prueba y error, tomado como la muestra de la impericia macrista puede contagiar a la actual administración, que estira los tiempos de presentar un plan económico y a lavez las áreas estrategicas son tironeadas por la construcción de poder de la ex presidenta y actual vice.

Roberto Lavagna se enoj´po con el caso Vicentín. Lo consulta permanentemente, el presidente, y en esto parece haberse enterado por los diarios al igual que los expropiados. El ecomista no la dejó pasar en su twitter y lanzó una cfrítica por la enarbolada soberanía alimentaria.

Lavagna viene tejiendo un acercamiento del presidente con Paolo Roca (Techint). Estas acciones, vista como radicalizadas por el sector de popes empresariales, interfieren en los buenos oficios de Roberto. Además, en diputados, el oficialismo necesitaría de los legislares que le responden para concretar el plan.

La tenue claridad antes de la tormenta perfecta, la puede aportar la última estocada negociadora de Martín Guzmán ante los bonistas privados.Un acuerdo dará óxigenación a la agenda política gubernamental.

Los gobernadores peronistas se suman al coro que le sopla al oído del presidente que debería tomar la jefatura dle PJ para sumar perfil propio a la gestión.

Alberto llamó a varios periodistas, formadores de opinión, para recarcarles que él manda en las acciones fundamentales de medidas tomadas, aunque habla permanentemente de todo con su socia y vice , Cristina.

Titánica tarea el evangelizar a escepticos y memoriosos. Amante de la núsica y los poetas , estará tarareando esa del Nano Serrat:

“no hay otro tiempo que el que no ha ‘tocao’, acláreles quién manda y quién es el ‘mandao”