Lito Pintos: “Claudia me dijo no le lleves mas putas a mi marido”

Fue parte de la vida de Maradona en momentos de la primera oscuridad del ídolo. A Expediente le cuenta detalles de esa montaña rusa de sensacionesde haber vivido la intimidad del Diego.

Un 17 de marzo de 1991 se comenzó a escribir la historia más negra de Maradona, cuando vistiendo la camiseta del Nápoli frente Bari se le hizo un control de doping que dio positivo. Fue su primer caída pública tras salir campeón del Mundo en México.

Lo sancionaron con 15 meses de suspensión. Volvió al país y se refugió en la estancia de Antonio Alegre, entonces presidente de Boca.

Fue ese el punto de partida de la relación del periodista Lito Pintos, quien junto con Guillermo Coppola acompañó a Maradona en una etapa crítica de su vida.

Esa oscuridad del ídolo comenzó a tejerse con sus adicciones en Barcelona y el descontrol de drogas en el sur de Italia.

Escándalos tales como el allanamiento del departamento en Caballito, en el que se encontraron drogas, en septiembre de 1991, episodio por el que fue condenado a 14 años de prisión en suspenso, fueron mojones de una autodestrucción episódica.

Ese Maradona conoció Lito quien jura “nunca en mi presencia lo vi drogarse“. Por supuesto que sabía los efectos del Maradona drogado con sus pendulares estados de ánimos y caprichos. “A Maradona no le podíamos decir que no“, habla con la sinceridad del tiempo pasado que ya no volverá.

Pintos rechaza la palabra “entornos”, aunque tampoco se consideró un amigo. “Esa es una categoría muy fuerte”, afirma.

Siempre dividía a los demás entre amigos y enemigos“, describe el periodista que quedó escrachado al lado del 10 cuando disparó balines de goma a periodistas que montaban una guardia en la quinta de Moreno. “Nada justifica lo que hizo “, aclara Lito, que pagó un alto costo en su carrera, por esa polémica.

Sin embargo, lo que lo crucificó con Claudia Villafañe fue otra situación en Sevilla. Maradona había organizado una fiesta para muchos famosos, incluido Tinelli.

Días antes el crack había conocido a dos chicas argentinas fans que lo halagaron. A Lito le dio una orden: “tráemelas a la fiesta”. Cuando las ingresaba por una puerta lateral, Claudia estaba esperándolo con una frase lapidaria: “Le traes putas a mi marido”.

 

Cuba: la isla para drogarse mejor

Lito Pinto vivió la segunda etapa de “recuperación” de Maradona en La Pradera, La Habana (Cuba). “No fue a curarse sino a drogarse mejor“, confiesa en la nota con Expediente.

Fue también el etapa de alineamiento político de Maradona con la izquierda latinoamericana. Fidel, habanos y el tatuaje del Che. Una nota periodística, que le hizo, limó la amistad de ambos para siempre.

Como una película que rebobina en velocidad rápida, Lito recuerda el momento mas feliz que vivieron juntos: el del regreso a Boca.

Esos años felices contrastan duramente con los últimos de su vida de Diego, abrazado a la soledad y la tristeza. Coincide con la hipótesis que el final lo marcó su depresión: “Hubo muchas señales de que se estaba despidiendo“.

“Era una máquina de hacer plata y siempre fue utilizado para hacer negocios“, cuenta comparando con la era Coppola.

En el final, aclara un lamento: “No las acuso a las hijas, pero él quería pasar su cumpleaños en familia y no lo pudo hacer“.