Ahora buscan determinar si usaron el Wi-Fi de Nisman para borrar datos

Los peritos que investigan los teléfonos y las computadoras del fiscal Alberto Nisman ya determinaron que falta información en varios dispositivos, pero todavía quedan muchos cabos sueltos. Los expertos aún intentan determinar si hubo un acceso remoto que permitió borras datos sensibles. Para eso es clave el uso del wi-fi. En los próximos días, comenzarán a analizar el router y el modem que tenía Nisman en su departamento. ¿Para qué? Los peritos quieren determinar cuántos equipos estaban a conectados a la red de internet. De esa manera podrán verificar si algún extraño utilizó la red de wi fi del departamento de Nisman para ingresar a sus computadoras o a sus teléfonos. Los peritos ya cuentan con la clave del fiscal a partir de la información que encontraron en sus dispositivos. Se trata de una clave “insegura”, pero el dato no generó ninguna sospecha.

El modem y el router fueron los últimos elementos que se sumaron a la pericia tecnológica. Recién el 13 de julio, la fiscal Viviana Fein los secuestró en Le Parc, durante una inspección ocular. En ese momento, ambos ya estaban desconectados.

También están pendientes las respuestas a los exhortos que envió la Justicia a Google y Yahoo para saber más datos de los mails de Nisman.

Hasta ahora, la pericia arrojó resultados parciales. Pero hay algunos datos válidos para la causa. El más trascedente tiene que ver con los “baches” o “inconsistencias” en los dispositivos. Esto significa que falta información y que alguien la borró. También se confirmó la aparición de un virus, denominado “estrictamente secreto y confidencial”, que sólo se ejecutó en la computadora. Una empresa especializada aportó un dato clave: se trata de un virus de diseño que se hizo especialmente para atacar a Nisman. En la jerga se lo denomina “zero day”, porque hasta ahora no estaba en las bases de datos.

Sobre los más de 60 ingresos simultáneos de USB que se habían detectado a las 20:07 del domingo 18 de enero, los peritos concluyeron que era algo “natural” del Windows 7. “Se hicieron pruebas y se confirmó que el sistema operativo almacena la información cada tantas horas”, explicó una fuente de la causa.