Al borde de la indagatoria, Schoklender quiere que se investigue a Boudou

Si algo le faltaba al vicepresidente Amado Boudou era una denuncia de Sergio Schoklender. El ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo se presentó ante el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi para denunciar una supuesta maniobra orquestada por el vice para desviar 160 millones de pesos de la entidad que preside Hebe de Bonafini. Según el mayor de los Schoklender, la misma fue instrumentada por el fideicomiso que administra los bienes de las Madres desde agosto de 2011. La denuncia no es nueva. En agosto de 2012, al ser indagado por el juez Norberto Oyarbide, Schoklender lanzó la denuncia contra Roberto Aybar Domínguez, un ex secretario privado de Boudou en la ANSeS que integró el fideicomiso hasta hace pocos meses.

Sorpresivamente, Schoklender se presentó este jueves en el juzgado de Martínez de Giorgi, según adelantó ayer La Nación, para pedir que se investigue el dinero que ingresó a las cuentas de la Fundación a partir de su alejamiento por certificados de obras que no habían sido cobrados. El ex apoderado le apuntó a Roberto Aybar Dominguez -también investigado en el caso Ciccone por una serie de llamados a The Old Fund- y a Luis Debandi, el titular del fideicomiso denominado “Ni un paso atrás”, una idea que aportó el intendente de Quilmes Francisco “Barba” Gutiérrez. Schoklender aseguró que ambos, “siguiendo instrucciones de Boudou, desviaron el dinero a un fideicomiso con la firma de Hebe de Bonafini ”.

Según el mayor de los Schoklender, “la investigación jamás debió haberse acotado al período en el que el suscripto ejerció su labor como apoderado de la Fundación”.

El mayor de los hermanos también pidió que se investiguen los honorarios que perciben los responsables del fideicomiso. Para eso, aportó un contrato firmado el 10 de enero de 2012, que le adjudicó al fiduciario “ el 16,66% de cualquier ingreso que registre o corresponda a la Fundación”.

Como es costumbre desde que se fue de la Fundación por una pelea con su hermano Pablo, Schoklender no se olvidó de Bonafini, a quien responsabiliza por la falta de presentación de balances de la entidad en los últimos tres años. “Todo el mundo hace oídos sordos a esta grave irregularidad, es indudable que se ha tendido un manto de protección para la Sra. Pastor de Bonafini que impide avanzar en lo que es una evidente responsabilidad suya”, se quejó en el escrito al que accedióClarín.

Sobre Boudou, Schoklender denunció que se habría comprado un Rolls Royce, a nombre de su padre, también investigado por el juez Ariel Lijo en la causa por enriquecimiento ilícito. Pero aportó una patente que no corresponde a ese vehículo, CNR301.

En Tribunales evaluaron ayer que la presentación de Schoklender“busca desviar la atención” de la causa. La misma fuente adelantó aClarín que todavía restan algunos informes oficiales para retomar las indagatorias.

Actualmente la investigación está enfocada a probar una administración fraudulenta, donde estarían involucrados los Schoklender, funcionarios municipales, provinciales y hasta la segunda línea de mando del Ministerio de Planificación.