Alberto a una gamba

El presidente queda desprovisto de recursos políticos y económicos para remontar una dura realidad. Gobernadores e intendentes muy preocupados,

A una gamba. Así va transitado su gobierno Alberto Fernández. Al igual que el Papa que literalmente padece dolores fuertes en en una de sus piernas que le impide seguir una agenda Vaticana normal. Lo de Francisco tiene solución aparente con kinesiología. En cambio, lo del presidente es una metida de gamba permanente.

El primer mandatario regresó de su deslucida participación en la Cumbre de las Américas, y tuvo inmediatamente otro impacto político en su alicaída credibilidad pública. En Ezeiza, retuvieron a un avión de origen Iraní con supuestos agentes de inteligencia del régimen de Ebrahim Raisi y venezolanos . Un cóctel explosivo para un país cubierto por a neblina de la sospecha en los controles y con dos atentados terroristas en las espaldas.

Hubo un alerta del gobierno Paraguayo que el avión iba a aterrizar en la Argentina. Al gobierno la crisis del avión sospechoso lo agarró con las defensas bajas y en la retaguardia de tener que responder a la lluvia de críticas de sectores de la oposición. Biden, tras escuchar su rosario progresista en la Cumbre, le había advertido a modo de reproche que le pareció subido de tono la arenga realizada por el mandatario nacional sobre el peso del “silencio de las ausencias”, a propósito del veto a Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Alfonsín, el modelo al que quiere parecerse Alberto, tuvo aquel discurso histórico frente a Reagan cuando reivindicó el no alineamiento sistémico a los EEUU, coquetando con los pai3ses de izquierdas latinoamericanas como la Nicaragua de la revolución sandinista. Otros tiempos y contextos y otro canciller. Caputo le daba respaldo y seriedad al primer presidente de la democracia restituida en el 83.

 

 

 

La foto de aquel faro de “revoluciones” que sacaban de la oscuridad dictatorial de regímenes autoritarios 40 años despúes se quedaron anquilosadas en el tiempo y envevidos de los peores vicios. Un líder que se precie debe saber leer la historia en sus verdadera dimensión y perspectiva. Alberto arma una agenda de apuro para congraciarse con Cristina, quien sabe como pocos la apertura del ajedrez político con su Gambito de Dama.

Intendentes y gobernadores peronistas discuten el adelantamiento de sus respectivas plazas electorales tratándo de despegarse del escenario nacional. Advierte en peligro de un fallo que prepara la Corte dándole la razón a la ciudad sobre la restitución de fondos coparticipables. Si saliera como se cree, la liga de gobernadores podría adquirir un nuevo impulso de cohesión y la presión para que el presidente peronista los defienda.

Los intendentes del conurbano peronistas se quejan del abandono en materia de seguridad y apuntan al comentarista de los operativos policiales tardíos , Sergio Berni. Se torna increíble su permanencia en el gobierno de Kicillof. Crece una masa crítica entre ellos pero a diferencia de los gobernadores , temen tocar un terreno pantanoso protegido por la mismísima Cristina. A una gamba se llega como se puede.

Horacio Caride