Alberto aprovechó el cisne negro y sube en las encuestas

El coronavirus, impensado, lo muestra como un líder positivo. Depende de los resultados.

Todo gobierno tiene su ventana de oportunidad y muchas veces lejos de ser por promesas de campaña a cumplir, termina siendo un “cisne negro”, ese hecho disruptivo que genera pánico en la población y necesita de un lider a la altura de las circunstancias.

¿Alguien se acuerda de Cristina? ¿Dónde está Macri como punta de lanza de la Grieta? Si bien las circunstancias políticas mundiales son dramáticas y muy cambiantes, el equipo de Alberto entiende que si este partido lo ganan habrá multiples temas despejados, sobre todo el de la autonomía del presidente.

¿La economía? Los optimistas sostienen que hasta la deuda externa podría tener un golpe de timón positivo. Plata para los argentinos ya se sabía que no habría ni en el mejor de los escenarios.

La momentánea unidad de criterios, donde mayoría de opositores se alinearon al  “comandante en Jefe “de la guerra contra el virus, proyecta un campo fértil para la reconfiguración de un gobienro que había arrancado muy tibio en sus preceptos de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Es la tenue claridad ante la noche más oscura.

Es la tenue claridad ante la noche más oscura.

Las encuestas hablan. Subió 10 puntos la imagen presidencial y más de un 79 % de los consultados comparte las medidas que se tomaron con la crisis del coronavirus.

El mundo paradojal que estalló da pie para la aplicación de recetas heterodoxas en lo económico, mas afines al equipo que lidera Guzman.

Todo gobierno necesita su relato. Alfonsin lo tuvo con su proclama de restitución de derechos anulados por la dictadura, Menem la modernización, y los Kirchner el desendeudamiento. Alberto se calzó el mameluco de “médico” mostrando un Estado activo en la cura de los males y miedos que trae lo desconocido. A la incertidumbre solo se la vacuna con liderazgo.