Alberto en el dilema de ser Cristina o Cobos por el caso Vicentín

El banderazo del sábado fue una dura advertencia sobre el desgaste del gobierno, a solo 6 meses. “San Perotti” puede ser su tabla de salvataje.

El editorialista Joaquín Morales Solá lo describió con toda crudeza: “Demasiado pronto para tener tanta gente en la calle”.

Es posible que el efecto encierro, de más de 90 días, más acciones de gobierno inconsultas y rallanas al Cristinismo puro, se potencien combinadas para corroer la buena imagen que tiene el presidente.

La etapa desgastante y evitable, en la que incursionó el Poder Ejecutivo con el proyecto expropiador a la cerealera Vicentín, puede ser una marca indeleble del destino de Alberto si no logra rápidamente una vía de escape.

La comparación con la 125 es inevitable. Aquella resolución técnica del ex ministro de economía Martín Lousteau, generó una pandemia política en el campo que la vieron como una herramienta expropiadora de sus ganancias. Cristina compró la batalla épica y entre piquetes, cortes de ruta, se fue gestando la bendita Grieta, aún vigente.

En aquellas jornadas agitadas, Cristina amenazó con renunciar, Néstor no veía demasiadas posibilidades de hacerla reflexionar, y fue al actual presidente, entonces jefe de gabinete, quien la hizo retroceder del abismo.

En estos momentos, Alberto no tiene un alfil que le cuide las espaldas de esa manera, tampoco pasa por su cabeza renunciar, pero su vinculo con Cristina, es de un estrés político creciente.

¿Quién será el Cobos de estas circunstancias? ¿Omar Perotti?. El mandatario provincial quedó en una postura incómoda. El presidente le dice una cosa, habla y horas después queda desmentido.

¿Quién será el Cobos de estas circusntancias? Puede llegar a serlo Omar Perotti. El mandatario provincial quedó en una postura incómoda. El presidente le dice una cosa, habla y horas después queda desmentido.

El ex senador claramente juega en el equipo del presidente, pero en términos de su moderación, es el único que podría jugar a frenar la radicalización del kirchnerismo en este asunto.

Su plan alternativo a la expropiación es, por ahora, un híbrido tendiente a ganar tiempo para aflojar las tensiones callejeras.

Cuando Cleto dio su voto no positivo evitó una catásfrofe institucional. No importa cuál fue su verdadera intencionalidad sino los efectos de su voto.

Otra línea moderada la representa Roberto Lavagna. Sus diputados no van a acompañar el proyecto oficialista, que dicho sea de paso, todavía no se presentó, como tampoco el de impuesto a la riqueza.

Una de las llaves para que entienda el peligro del desgaste gubernamental sería convencerse que en Diputados podrían ir hacia una segura derrota, por la falta de consenso.

Por su lado, Juntos por el Cambio vivió el banderazo como un canal de inyección anímica. La titular del Pro, Patricia Bullrich, había pedido cautala en los Zoom: acompañar pero sin banderías políticas, sobre todo en el interior de Santa Fe y Córdoba.

Que en el norte santafesino la protesta prendiera como lo hizo, es una severa advertencia del que el plan unidad y moderación de Alberto flaquea. Santa Fe fue una de las grandes sorpresas de las últimas elecciones nacionales, con el acompañamiento de sectores medios que creyeron que Alberto podía ser Alberto sin Cristina.