Alberto Fernández avaló las liberaciones de presos y habló del caso chileno

Tras el motín en Devoto, el presidente avaló el pedido de los presos frente al coronavirus

El coronavirus entró en las cárceles de la Argentina. Primero fue en una prisión del Servicio Penitenciario bonaerense que depende del gobernador Axel Kicillof. Pero el viernes pegó fuerte en el corazón del sistema carcelario nacional.

Como adelantó Expediente Político, dos internos de Devoto, la única prisión que sobrevive en la ciudad de Buenos Aires, se contagiaron, seguramente a través de uno de los cuatro guardiacárceles enfermos.

En ese contexto, que el secretario de Justicia, Juan Martín Mena, parece no poder controlar, el presidente Alberto Fernández rompió el silencio que mantenía sobre ese tema. Su postura puede provocar consecuencias peligrosas.

“Las cárceles son un lugar de concentración humana muy riesgosa donde el contagio puede darse con muchísima facilidad”, expresó el presidente en una entrevista radial con Ernesto Tenembaum.

Las cárceles son un lugar de concentración humana muy riesgosa donde el contagio puede darse con muchísima facilidad

Para sostener su mirada favorable hacia el reclamo de los presos, Fernández se apoyó en su par de Chile, Sebastián Piñera, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“Hace diez días, Piñera indultó y liberó a 1300 presos ¿Qué quiero decir con esto? Que ahí hay un problema”, comparó en Radio Con Vos. Pero lo que no dijo es que la medida del presidente de Chile benefició a personas mayores de 75 años, madres de hijos menores de dos años y mujeres embarazadas.

Sobre la crisis carcelaria, agravada por la pandemia, la CIDH recomendó implementar medidas para descomprimirlas, desde otorgar la prisión domiciliaria hasta la libertad con tobillera electrónica. Tras el motín, Fernández abrió la posibilidad a la salida de los presos con enfermedades previas.