Alberto Fernández, entre la palidez y las exigencias de campaña

Aun no está del todo recuperado de su última internación. Los médicos le sugirieron moderación en las actividades.

Alberto Fernández tratará de moderar sus actividades este fin de semana largo. Su internación preventiva para chequear una vieja dolencia estuvo plagada de versiones y explicaciones poco claras.

Ni bien salió de la clínica Otamendi tuvo una agenda plagada de compromisos: fotos con gobernadores peronistas, entrevistas en varios medios, y las reuniones con Massa para acordar una reunión junto a Cristina con el polo sindical opositor.

Los allegados le piden calma, ya que “la campaña recién comenzó” y vendrá mayor vértigo en 20 días, en la antesala de las Paso.

Las declaraciones que hizo desde la habitación de internación estuvieron plagas de desinteligencias, raras en un ex Jefe de gabinete. Ademas del estrés por la noticia que le dio Cristina, otros atribuyen su internación al cimbronazo de tener que ponerse la campaña al hombro.

Sigue haciendo el juego de operador de Cristina y además tiene que ocupar el escenario mediático que la ex mandataria, por razones obvias, esquiva.

Algunas fotos y situaciones pusieron a Alberto en un marco de deterioro de imagen y cansancio que es observado por consultores de imagen como una advertencia. Habrá que recapitular estrategias y roles en el espacio de Frente de Todos. Quizás, Massa le sirva para evitar el desgaste.