Alberto Fernández intenta avanzar en la reforma de la salud otra vez enfrentado a Cristina

Siempre hay una nueva batalla que al presidente le pude ganar su propio frente interno. Tras su gira europea, le ha dado nuevo vigor al plan de avanzar en una ambiciosa reforma del sistema de salud para integrar de forma complementaria al sistema de obras sociales con las prepagas. Encomendó a su ministra Carla Vizzotti para darle volumen al proceso, cajoneado desde hace tiempo por la oposición del Instituto Patria.

Con la pandemia en su máximo potencial, quedó expuesta como nunca la crisis en el sistema de salud, con obras sociales y sistema prepago trabajando al límite de sus posibilidades. Hay demasiados jugadores para el frágil sistema que trabaja como olla a presión, teniendo insumos cada vez más costosos, médicos mal pagos y beneficiarios con menos cobertura. Algo hay que hacer.

En ese sentido, el proyecto de la Rosada es rearmar el sistema a través de una armonización de recursos mixtos. En ese proceso habrá jugadores de obras sociales y prepagas que desaparecerán o deberán fusionarse. Hubo avances muy significativos con la CGT para obtener el apoyo en un tema muy sensible. Los Gordos finalmente entendieron que hacen algo o el sistema también se los lleva puestos a ellos.

El Superintendente de Salud, Gustavo López, ha sido hasta aquí un eje fundamental para el alcance de consensos entre los actores principales de esta discusión. Las diferencias internas dentro del cónclave gubernamental demoraron el proyecto reformista que ahora el presidente está convencido de relanzar.

Qué hacer con el PAMI es otra capa sensible de este debate. Había sectores cercanos a Alberto que le recomiendan reconfigurarlo en una Agencia y redistribuir sus recursos ya que es un organismo ineficaz. Difícil que esto avance ya que hay muchos sectores poderosos enquistados en el esquema burocrático y es aparte una de las cajas de La Cámpora.

Entre tantas batallas perdidas con Cristina, esta podría ser la que le marque otro capítulo a la interna con el kirchnerismo, sector que tiene su propio proyecto pero de ir hacia la estatización casi plena del sistema.