Alberto Iribarne irá a la embajada de Uruguay para apagar los “fueguitos”

Fue encomendado a acercar posiciones con el ganador uruguayo. Lacalle Pou. El funcionario, amigo de Alberto, aceptó tras fuerte roce con otro colaborador del presidente electo.

Siempre hubo dos empajadas estratégicas en el Cono Sur: la de Brasil y la de Uruguay. Actualmente mas que nunca ya que en el primero gobierna un líder mesiánico y en el otro lado del Río de la Plata llega un adversario ideológico del progresismo. Lacalle Pou desplazó al Frente Amplio, que eran los preferidos por el nuevo gobierno argentino.

A Brasil Alberto manda a un conciliador a prueba de balas como Daniel Scioli. Para Uruguay irá Alberto Iribarne, un amigo del presidente electo y hombre de extrema confianza.

Ambos tienen la difícil misión de hacer empatizar a las partes, que nacieron con extrema desconfianza.

El otro Alberto iba a ser parte del gabinete. Se lo fue nombrando para diversos cargos, en un largo proceso de desgaste que tuvo la transición. El último puesto que había trascendido fue una suerte de asesor presidencial todo terreno con oficinas en la Rosada como supo tener el Chueco Mazzón, en la anterior etapa kirchnerista.

El otro Alberto iba a ser parte del gabinete. Se lo fue nombrando para diversos cargos, en un largo proceso de desgaste que tuvo la transición. El último puesto que había trascendido fuer una suerte de asesor presidencial todo terreno con oficinas en la Rosada como supo tener el Chueco Mazzón, en la anterior etapa kirchnerista.

En el medio se cruzaron los planetas con Juan Carlos Olmos, quien hizo saber que los roles se superpongan en el futuro gobierno. Olmos tiene menos historia con Alberto pero fue un factor clave en la campaña para la recolección de fondos. Ganó la pulseada e Iribarne no se resistió, entendiendo que este gabinete sufrirá un seguro recambio durante el 2020.

Olmos será una mesa de enlace con sectores políticos (gobernadores e intendentes) y colaborará en la mesa judicial, sin meterse, en principio en asuntos de Comodoro Py. Muy cerca al Papa, desde su infancia, puede llegar a ayudar en las relaciones conflictivas con la Iglesia.

Además, Iribarne tendría cercanía constante con su amigo, el presidente, a menos de una hora de viaje y con la cercanía intacta con la Ministra de Justicia, Marcela Losardo, ex socia del presidente y también del futuro embajador.