Alberto no convocará a un Consejo de expertos económicos

Ni él ni Lavagna, que lo asesora, creen que sería un instrumento adecuado en pleno avance de la pandemia. Bancar la cuarentena y el Estado como médico social.

Alberto se siente el verdadero piloto de la tormenta y eso incluye el saber económico. Roberto Lavagna, que fue el último ministro de economía fuerte del Estado, lo aconseja a distancia y tampoco cree necesario convocar a un Consejo de economistas, al estilo del pool de asesores sanitarios que rodea al presidente.

Por ende, hay un consenso en el gobierno en no ceder a la presión de abrir la discusión del camino económico, que es lo mismo que ratificar que la salud hoy está por encima de la agenda económica.

La filosofía Albertista es que el revoltijo financiero mundial pondrá a la argenitna como un país que hasta podrá sacar “alguna ventaja” en cuanto a los acreedores externos. La Directora del FMI, Kristalina Giorgeva, comparó a la Argentina como un paciente enfermo al que el efecto coronavirus le pegará más fuerte.

El círculo rojo, inquieto con iniciativas como el impuesto a la riqueza, pugna por acercar a economistas ortodoxos o más fieles al empresariado, para colar otro tipo de miradas. Espert, Melconian, y otros, se ofrecen con diversos argumentos, pero todos haciendo el centro en “ojo con que explota todo“.

Las dudas sobre a donde irán los fodos del nuevo impuesto sigue en debate.Lavagna sugirió al presidente que se conforme un fondo especial para rescatar a las Pymes

Aparte del distanciamiento político con varios de estos economistas, barrera que marca a rajatabla el kirchnerismo, está la mirada pragmática del presidente: ¿Es momento de abrir está discusión sobre el modelo en plena Pandemia?.

Fuentes oficiales confiaron en que si el FMI y los bonistas aceptaran una importante quita en la deuda, el panorama macro financiero se podría distender y dar empoderamiento al actual equipo económico liderado por Guzman y Kulfas.

Cristina volvió a aparecer fuerte en la escena. Sin emitir declaraciones públicas, empujó a Alberto a acelerar el proyecto de ley de impuesto a 12 mil fortunas, con patrimonios superiores a los 200 millones de pesos.

Las dudas sobre a donde irán los fodos del nuevo impuesto sigue en debate. Lavagna sugirió al presidente que se conforme un fondo especial para rescatar a las Pymes.