Alicia K, besos y reparos

La gobernadora de Santas Cruz, Alicia Kirchner, estuvo el jueves pasado en el vip de Aerolíneas, tratando de pasar desapercibida. Usaba anteojos negros y estaba acompañada por dos asesoras. De repente, se encontró con el senador salteño Juan Carlos Romero, un ferviente rival interno dentro del peronismo del kirchnerismo. Se saludaron con un beso. Ambos comparten una agenda: resguardarse los más posible del cruce de pasajeros comunes para evitar escraches como los que sufrió Zannini. Romero exhibía un reluciente rolex en su muñeca.