Un periodista amigo de Nisman dice que no quería morir

Claudio Fabián Rabinovitch compartió momentos íntimos del fiscal que apareció muerto en Le Parc. Escribió una semblanza por el aniversario.

“Alberto Nisman no quería morir”, afirma su amigo Claudio  Rabinovitch, periodista y ex colaborador del fiscal. En una nota para La Nación, titulada “Alberto Nisman: El hombre que no quería morir”, cuenta dierentos momentos de su amistad con el emblemático fiscal, desde la juventud de un viaje compartido en Río hasta su rol de colaborador de prensa en la Unidad de Investigación Amia.

“A principios de los 80, en las canchas del club River Plate, al caer derrotado en un torneo de tenis colgó una pelota en la Figueroa Alcorta. No le gustaba perder a nada”, contó Rabinovitch..

Sumó la anécdota de un viaje de placer, que compratieorn en Florianópolis, coincidiendo con  la toma del cuartel de la Tablada. Según, el periodista amigo de Nisman, este se mostraba inquieto por la noticia  e insistentemente decía que quería regresa para colaborar en la investigación.

Tdco el tiempo lo pincela como un hombre activo y un animal de trabajo. Dificil enbcasillarlo, según esta narración, cmo alguien depresivo.

Tuvieron cierto distanciamiento durante 15 años, hasta que Nisman lo fue a buscar para proponerle ayudarlo a difundir noticias sobre su rol de investigador en la causa Amia.

Entre vacilaciones aceptó y la procuradora Alejandra Gils Carbó selló el nombramiento de Rabinovitch.

“Molesto de que me exigieran documentos cada vez que tenía que ingresar a la fiscalía, le solicité una credencial. Su respuesta me sorprendió: “¿Para qué? Vos tenés que imponerte, caminar derecho mirando hacia adelante, nunca a los costados, y si alguien te detiene le decís: ‘Yo soy el asesor de prensa del fiscal de la Nación Alberto Nisman'”, señala su nota.

Previo a su presentación en el Congreso, Nisman le pidió que no lo abandonara en el “momento más importante de su carrera”.

“Abrió la puerta, su palmada en mi hombro fue la última despedida”, describe con tinta de periodista el amigo del fiscal.

“Ignoro quién fue el responsable de su muerte. Creo no ser original si pienso que quedó en medio de una interna de los servicios de inteligencia. Quizá nunca tomó en serio los mensajes amenazantes. Pero en ese submundo, el cartero nunca llama dos veces”, concluye en el artículo de La Nación.