Antes de irse, Gvirtz le cedió un terreno millonario al club del hermano de Bossio

Antes de renunciar a su cargo, la ex ministra de Educación bonaerense, Silvina Gvirtz estampó su firma y le cedió en forma gratuita al club Santamarina de Tandil,  presidido por Pablo Bossio, hermano del titular de la ANSeS, un predio de 12,8 hectáreas donde actualmente se llevan a cabo tareas educativas y sociales. El terreno es parte del predio Sans Souci, donado por una familia tradicional de esa ciudad al gobierno de la provincia de Buenos Aires en la década del 50´ para realizar actividades educativas. La noticia generó suspicacias porque Gvirtz llegó a la función pública de la mano del titular de la ANSeS, donde fue gerenta de Inclusión Digital Educativa del programa “Conectar Igualdad”, que entregó tres millones de netbooks. En diciembre del año pasado pegó el salto al gabinete de Daniel Scioli. Pero duró apenas ocho meses en el cargo. Un mes antes de renunciar, el 2 de julio, la ex ministra había aprobado mediante la resolución 1098 un contrato de comodato por 5 años (prorrogable por otro lustro) celebrado previamente entre el ex ministro Mario Oporto y Pablo Daniel Bossio. Hace quince días, el Concejo Deliberante de Tandil votó un pedido de informes dirigido a la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia para saber detalles de la cesión gratuita. Y hay más de 1000 vecinos de Tandil que firmaron un petitorio para pedir explicaciones oficiales. Actualmente, en el predio Sans Souci funciona el Instituto Superior de Formación Profesional N° 75. Pero también realiza sus tareas un grupo scout y un grupo social que se dedica a cultivar la tierra. En otro sector hay tres canchas de fútbol, que son alquiladas para recaudar fondos. El predio, de 66 hectáreas, pasó por distintas manos a lo largo de sus más de 100 años de historia.  El proyecto para que el club Santamarina se haga cargo de un sector del predio arrancó en 2009, durante la gestión de Raúl Escudero. En ese momento se argumentó que el lugar estaba deteriorado, pero finalmente las autoridades del Instituto Nº75 lo desestimaron. La comisión directiva de Santamarina aseguró ayer que el proyecto “beneficiará a cientos de familias tandilenses que confían en el club” y destacó que el terreno estaba “sembrado de soja” hasta hace poco tiempo.