Aparece un nuevo polo de poder en la Corte Suprema

La jura de Horacio Rosatti abre un nuevo escenario en la Corte, dominada en la última década por las ambiciones de Ricardo Lorenzetti. Acuerdo de 3 para alternarse en la presidencia.

Antes de tener el amplio consenso del Senado, Rosatti ya tenía señales desde adentro del cambio que vendrá inevitablemente en el Alto Tribunal. La década ganada por Lorenzetti parece llegar a su fin. Ya tiene el consenso de los otros dos ministros: Juan Carlos Maqueda (un histórico) y el otro nuevo integrante, Carlos Rosenkrantz.

Los tres acordaron acompañarse para presidir la Corte, de manera alternativa, 1 año cada uno, comenzando por el ex ministro de Justicia.

Lorenzetti había renovado sus títulos (va por su tercera presidencia), adelantando los tiempos de la elección 9 meses antes que terminara su segundo mandato. Fayt firmó el apoyo a Lorenzetti desde su casa, en un hecho que algunos juristas consideraron irregular.

Durante el año pasado, argumentó “cansancio moral”, pero fue un amague en pleno rearme de estrategia. Un equilibrista que llegó a tener ambiciones presidenciales.

Ahora, el hombre cuestionado por Lilita Carrió deberá adaptarse a un nueva corriente de recambio que inevitablemente irá eclipsando su protagonismo.

Rosatti es un constitucionalista que intentará mejorar la relación institucional entre los 3 poderes. Llega a la Corte con un equipo de 10 personas, la mayoría mujeres, como Secretarias letradas que lo asistirás en sus futuros fallos. Toda una señal por el cupo femenino.

Por ahora el gobierno ni tiene intenciones de abrir el debate de la ampliación de la Corte. Prefieren mantener un sesgo técnico profesional pese a que el radicalismo presiona en poner uno del palo político.