Barras canallas

La hinchada de Rosario Central encontró una particular manera de apretar a sus jugadores para retenerlos. Pasó la semana pasada con Víctor Salazar, quien tenía prácticamente arreglada su incorporación a River. Hasta que los barras entraron en escena: “Hijo de puta, te vamos a quemar a vos y a tu familia. Ni se te ocurra aparecer por acá”, fue la amenaza.
Por temor, Salazar dio marcha atrás y firmó por su continuidad en Rosario Central.

Ahora, el que vivió una situación similar fue Marcelo Larrondo. El delantero del conjunto rosarino comenzó a negociar con un club de Canadá y, entonces, la noticia le llegó a los barras, que publicaron el número de su celular en las redes sociales “para que lo vayan saludando”.

Cuando Larrondo se dio cuenta que su suerte iba a ser la misma que Salazar, armó las valijas y se fue de Rosario sin avisarle a nadie. Se escapó por miedo a las represalías.