Bronca entre los jueces por la candidata al STJ

No cayó nada bien entre los jueces del fuero Contencioso Administrativo de la Ciudad la “designación” (aún debe pasar el proceso de designación) de la fiscal Daniela Ugolini para ocupar la vacante que deja Julio Maier en el Superior Tribunal porteño a partir del 1º de octubre. Hasta los más moderados, la tildan de “oficialista”. “Está cercana al poder”, dijo una jueza en off the record.  Además, argumentan que había otros candidatos con mejores antecedentes académicos. La mayoría nombra a los mismos: Esteban Centanaro (se había hablado mucho a principios de este año pero lo complicaron los rumores de un acuerdo en el que estaba involucrada su hija) y Carlos Balbín. Ambos son camaristas del fuero Contencioso Administrativo, que suele tener fallos en contra del Gobierno de turno.

Ugolini, quien contó con el apoyo del procurador porteño Pablo Tonelli, arrancó su carrera judicial recién en 1999 (antes ejerció como abogada).  Primero fue procuradora en el gobierno de Enrique Olivera. Y luego, en 2000, fue nombrada en la fiscalía de cámara del fuero Contencioso Administrativa, donde continúa hasta hoy.

Entre sus colegas fiscales, las opiniones son bien distintas. “Su desempeño siempre fue muy objetivo”, contó un fiscal que compartió con ella el Comité de Gestión del Ministerio Público de la Ciudad. “El único problema que veo es que ella no es penalista”, razonó un integrante del Poder Judicial. Más allá de las opiniones, unos y otros coinciden en la dificultad de encontrar un penalista (Ugolini no lo es) con los antecedentes de Maier.

La designación de Ugolini se oficializó el jueves pasado con solicitadas en los principales diarios. Aunque se esperaba que el Gobierno enviara una terna a la Legislatura, finalmente Macri optó por Ugolini. Eso generó críticas, de aquellos que piensan que no se respetó el espíritu de la Constitución, al proponer un solo candidato. Y también especulaciones políticas. “¿De dónde van a sacar los 40 votos?”, ironizó una fuente consultada.