Cambiemos arde por Bolivia entre Golpe y Golpecito

En el medio, habría una sesión especial en el Congreso para repudiar los acontecimientos que forzaron la renuncia de Evo.

La política de agenda internacional-regional sacude al enclave oficialista saliente. El dato pone en duda la futura cohesión de un bloque opositor compacto al modelo Albero Fernández. El Frente de Todos aprovecha la rendija abierta.

Primero fue la interpretación sobre el caso chileno. ¿Fue un alzamiento legítimo de la gente disconforme con las desigualdades del sistema? Macri se sentó sobre el respaldo a su aliado Piñera.

Tras el sacudón de la cordillera aconteció la guerra en La Paz. Un presidente, Evo Morales , que termina renunciando por pecados propios y el empujón final del poder militar.

Algo más cercano a la historia y al apego cívico, los radicales quieren educar al presidente Macri, quien solo se empecina en un juego de poder de Lima vs Puebla. Una figura indiscutible de la UCR, que juzgó a los militares genocidas, Ricardo Gil Lavedra, nu dudo en decir que fue un golpe de estado.

El partido aliado al PRO se alineó a ese norte de defensa de valores teniendo en cuenta un dato indiscutible sobre los acontecimientos en La Paz: que un General en funciones fue el que “sugirió” a Evo que renuncie”.

La Argentina, pese a todos sus dramas de frustraciones acumuladas, eliminó de su escenario el factor de poder militar. Lo inició Raúl Ricardo Alfonsín con el histórico Juicio a las Juntas y lo complementó Carlos Menem reprimiendo el último alzamiento carapintada.

Otros países de la región fueron postergando esos debates, e inclusive se sostuvieron sobre el crecimiento económico.

El progreso económico de sectores bajos de Bolivia y Chile hicieron emergen una clase media, antes inexistente, que creció al compás de nuevas exigencias y necesidades. El poder real se vio conmovido y sin importar las ideologías reaccionaron.

En Argentina, el último apellido de un militar que se recuerda es el de Balza, que hizo una autocrítica del rol represivo de los 70′.  En Bolivia se exportó un uniformado, general Williams Kaliman, como personaje central en el desenlace de la renuncia de Evo, ya rumbeando hacia México como asilado político.

El nuevo Congreso asoma con esta Grieta de dónde se ubicará nuestro país ante la convulsión regional y la confrontación de los ententes Republicanismo y Progresismo.

El nuevo Congreso asoma con esta Grieta de dónde se ubicará nuestro país ante la convulsión Regional y la confrontación de los ententes Republicanismo y Progresismo.

Los radicales parecen compartir, en esta esquema, valores cercanos a los del presidente electo Alberto Fernández. Que Trump elija a los Bolsonaro o a Camacho, los pondrá en una franja de tensión con el PRO.

Dos actores que se sienten muy cercanos al presidente saliente, como NegriGerardo Morales, consideraron con distintos matices que lo ocurrido encuadra en un Golpe.

Algunas voces que repercutieron:

Martín Lousteau: “Sólo más democracia soluciona los problemas de la democracia. No los Golpes de Estado”.

Federico Storani: “A Evo no lo invitaron a tomar un té, lo invitaron a renunciar, Es un claro Golpe de Estado”.

Por su parte , el miembro del Pro, Daniel Lipovetzky se desmarcó de la Cancillería: “Si las Fuerzas Armadas recomiendan una renuncia de un presidente , es un Golpe”.

La ex canciller, Susana Malcorra, señaló: “Dijimos Nunca Más. Ahora decimos no fue tan así, me preocupa”.

Acoplados a esta lógica y quizás tratando de obtener ventajas comparativas en la división de Cambiemos, es que el Frente de Todos convocó a una sesión especial para el miércoles, con el objetivo de repudiar el Golpe.