Cambió el ánimo del Macrismo: ¿cierre de campaña en el Obelisco?

Lo confirmó el candidato a Vice, Miguel Ángel Pichetto. Desde Alfonsín que no se intentaba un cierre de campaña tan ambicioso.

De repente se hizo la luz… al menos para seguir luchando hasta el final. La política además de ser el arte de lo posible, en campaña estira los plazos y se propone el “arte de lo que parece imposible”. El radicalismo jugó a pleno en Mendoza y casi se apropio , por unas horas , como exclusivo el triunfo de Cornejo y los reanimados correligionarios.

Lo de Barrancas fue la movilización de sectores medios antikirchneristas.No los convoca el amor a Macri sino el espanto a que vuelvan. La inyección anímica para Macri fue doble. Tuvo su marcha masiva y los aliados le pegaron en el mentón a la candidata de Cristina, Anabel Fernández Sagasti.

El #SiSe Puede tuvo su encuentro casi evangélico en Belgrano y encontró una palanca de votos en el triunfo de Mendoza. Lo llamativo no fue quizás que gara el radicalismo sino con la diferencia que lo hizo, cerca de 15 puntos.

El candidato a vice de Macri, Miguel A Pichetto reconoció que cambió el ánimo en la coalición de gobierno tra estas dos noticias auspiciosas del fin de semana y confirmó que planifican un cierre en el acto multitudinario en el Obelisco.

La última multitud que se recuerde en la 9 de Julio, fue el histórico acto de cierre de Raúl Ricardo Alfonsín , cuando recitó el Preámbulo de la Constitución. Llegó a reunir , aquel 30 de octubre del 83 , 400 mil personas, en plena primavera democrática.

 

Es muy arriesgada la jugada de ir a una intención de masividad de un acto de cierre que ya están prácticamente en desuso en la política moderna. Del Jaime Durán Barbismo que entiende la política solo como la Big Data se pasó la teoría del tradicional mitin.

Macri no se precia por ser un buen orador , y su falta de conceptos retóricos políticos los disimula con brevedad y emoción. ¿Cómo le sentará la ancha 9 de Julio?