Capitanich y el día de la marmota

El improperio del Jefe de Gabinete, nombrando a un periodista de Tn con el apodo de “marmota”, desvió la atención de la tapa de Clarín sobre el costo del avión alquilado por el gobierno nacional para el viaje de los ministros Kicillof y Timerman al G20, por 600 mil dólares, seis veces más de lo que saldría un Airbus de Aerolíneas Argentinas. Coqui no contestó esa pregunta de porqué se optó por uno de los aviones más caros del mercado. En cambio,

chicaneó al periodista Fernando Carnota quien no hizo más que leer y comentar lo publicado en el diario, en su segmento del canal de cable. Como el personaje de la película El Día de la Marmota, que encarnó Bill Murray, a Capitanich todos los días se le vuelven repetitivos e insoportables, en un gobierno que ya no sabe como defender.

La rutina de las conferencias mañaneras, con periodistas que pocas veces salen del libreto, y un funcionario que dice el discurso dictado desde Olivos. Se quiere despertar y no puede de la pesadilla de no poder volver a su provincia, para ser candidato a intendente después de haber sido gobernador y haber pretendido ser candidato a presidente. Todos los meses debe repetir las mentiras del Indec o justificar un muerto más en el fútbol. En la peli, el protagonista queda atrapado en el tiempo y la rutina, hasta que logra salir de su madriguera y despertarse.¿Será tarde ya para Coqui?