Carlos Grosso, el amigo de Macri que quedó envuelto en fuego cruzado

El ex intendente tiene varios pases de facturas políticas. En el Pro se fue quedando solo. De Andreis es el único que lo atiende.

Que tiempos aquellos Carlitos… No es la letra de un tango , sino la milonga triste de los derrotados. Carlos Grosso, esa mente brillante que contrasta con la poderación pública por fuera del sistema político, está aislado del Pro, sin ver al ex presidente y con menos amigos amarillos.

¿Qué pasó? Entró en la lista de los acusados de haber influido negativamente en los pasos erróneos de la presidencia de Macri. Nunca fue un asesor nombrado pero sus charlas en la Quinta de Olivos, como parte de la mesa chica, siempre iban precedidas de elogiosos comentarios a Macri.

Un último traspié del ex intendente Menemista y ex gerente de SOCMA, fue aparecer en comentarios de pasillo entre funcionarios del gobierno porteño de Larreta.

“Mirá el buzón que nos vendió…”, sostienen en la cercanía de Horacio. Resulta que la polémica por la falta de agua en la villa 31 tiene como uno de los responsables a un empresario amigo de Grosso, que en su momento lo presentó a Macri, cuando este era Jefe de gobierno.

Esos amigos fueron quedando en el entrono del Larretismo, así como en la primera etapa nombraron a Karina Alejandra Alonso Piñeiro, periodista y esposa del ex alcalde peronista en la Secretaría de Medios.

Algo de esta rispidez de obras demoradas en las villas se volcó en la boca del periodista Eduardo Feinmann, quien recibió mensajes por parte de Fernando de De Andreis mientras estaba al aire. “No me llames más De Andreis, no me llame más“, dijo el periodista y mostró la pantalla de su celular con un llamado entrante del ex secretario general de la Presidencia.

El ex funcionario macrista heredó de Grosso la ligazón con el empresario Pablo Aparo, rey en la adjudicación de obras públicas porteñas, a tal punto que lo llaman “el Lazaro del Pro”.

En los fieles de Macri, viendo la pantalla, supieron que el fuego amigo se potenció. “¿O acaso los barbijos y su sospechosa compra no tienen fuentes de adentro?”, dicen Larretistas.

Entró en la lista de los acusados de haber influido negativamente en los pasos erróneos de la presidencia de Macri. Nunca fue un asesor nombrado pero sus charlas en la Quinta de Olivos siempre iban precedidas de elogiosos comentarios a Macri.

No es lo único que lo tiene a Grosso envuelto en enfrentamientos internos dentro del PRO. Hubo órdenes de aislarlo debido a que los Albertistas de la Rosada nacieron políticamente de su riñón. El Gordo Valdés o Julio Vitobello, entre otros, fueron grossistas en los 90 antes de alinearse a un neo peronismo porteño que nunca pudo empardar influencia con votos.

Que haya matrimonio por conveniencia de cuarentena no significa que se olviden de aquellos como funcionan como una suerte de “doble agente”. El único que lo puede rescatar es Mauricio. Pos hora tiene problemas más importantes que resolver.