Carrió apunta a Lorenzetti con el guiño de Macri

La arremetida de Elisa Carrió contra Ricardo Lorenzetti, tiene como objetivo político sacarle el control del poder judicial a quien coqueteó demasiado con el kirchnerismo. 

¿Es una jugada típica de la outsider del sistema político local o Lilita es punta de lanza de un deseo no explicitado por la Rosada? La segunda opción es cada vez más probable.

Carrió volvió a acusar a Lorenzetti de supuesto enriquecimiento ilícito. La diputada de Cambiemos recalcó que el presidente de la Corte “habría escondido o no declarado, por lo menos, a la AFIP 2 millones de dólares”, y también lo acusó de “ser socio” del ex candidato a vicepresidente por el Frente para la Victoria, Carlos Zannini.

Muchos datos, que parecen tener respaldo para que no quede tan solo en una tormenta declarativa. Al gobierno de Macri no le interesa aparecer como parte de otra limpieza, que sea considerada invasiva sobre otro poder.

No se olvidan del fallo del Alto Tribunal con el que debutaron en los primeros días de gestión, por el cual se le reconoció la deuda por concepto de fondos coparticipables a las provincias de Córdoba, Santa Fe, y San Luis por 80 mil millones de pesos.

Al gobierno le gustaría que quien presida esta nueva etapa en la Corte sea Horacio Rosatti, una vez que logre ser avalado para ingresar como ministro.

Rosatti se alejó del kirchnerismo tras negarse, como ministro de justicia, a avalar sobre precios en la construcción de tres penales.

Carrió lo conoció en la Convención Constituyente de Santa Fé, que reformó la Carta Magna en 1994. Tras sus años de hibernación política, Lilita lo propuso como candidato a la Corte de Mauricio Macri.

Es cierto que la admiradora de Hannah Arendt es impredecible. Que sus aliados de hoy pueden ser los enemigos de mañana. En cambo, con el caso Lorenzetti pareciera que hay mas acuerdos que desencuentros entre los aliados de Cambiemos.