Carrió confía tanto en su “gran victoria” que no baja al Sur

“Para enamorarse bien hay que venir al sur”, cantaba la rubia bomba de los 70 en Italia. Esta rubia puede darse el lujo de recorridas cuidadas.

En la sede de gobierno de Parque Patricios se saborea un triunfo que, de concretarse en los guarismos ideales, los podrán a Carrió y Larreta como los grandes ganadores de las Paso.

En una reunión de mesa chica, la candidata le pidió al Jefe de Gobierno que se concentren, en el tramo final, solo en hablarle a los votantes seguros, es decir a la clase media baja y alta, y que no se agoten energías en el Sur de la ciudad. “Menos villas y más bares“, sería la traducción brutal de sus palabras.

El sello de Durán Barba está aunque la líder del ARI lo niegue…

Suena el teléfono en Barrio Norte o Belgrano. “Hola soy Lilita, te gustaría que tomemos el té juntos, o ir  de bares conmigo, como dice Sabina… a mi me encanta… llamame y arreglamos…“, dice la voz grabada de la aliada del gobierno, sorprendiendo a la hora de Show Much

Los más optimistas proyectan una Lilita por arriba del 45 % de los votos. Es tal la tranquilidad, en la “Casa Amarilla”, que a Carrió la juegan como carta fuerte en recorridas de la provincia de Buenos Aires, donde la ven peliaguda.

En tanto, en el sur la cosa se la disputan los Franja Morada de Martín Lousteau contra el mini aparato peronista a disposición de Daniel Filmus. El peronismo porteño fue fagocitado por el Pro a través de figuras como Ritondo y Santilli.

El ahora Ministro de Seguridad provincial no tiene tiempo ni ganas de apuntalar el sur, ya que sus candidatos fueron relegados.

Ahí perforó la tropa de ECO, con el mecanismo aceitado por el titular de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, quien apuesta a que su espacio obtenga un decoroso segundo puesto.

La instalación de mesas con volanteo de militantes radicales, y las charlas de los vecinos, cara a cara, se baten a duelo con un tanque de imagen y un gobierno con billetera.