Insaurralde-Cirio: Massa jugó a las escondidas hasta último momento

Faltazo del sistema político en la boda más comentada de los últimos tiempos. Los chimenteros tuvieron su sábado de gloria. Los analistas políticos, en cambio, se quedaron con un mar de dudas. Sergio Massa y Daniel Scioli son los primeros grandes ausentes para destacar. Al ex intendente de Tigre le asistieron razones de mayor peso político.

La tropa y la mesa chica se le está alborotando con la indefinición que hay sobre la candidatura en la provincia de Buenos Aires y con que la farandulización les invada el espacio. Ya tuvieron una semana algo complicada con el otro novio de américa, Martín Redrado, posible canciller de un eventual gobierno massista. Es por esto, y no por la “lumbalgia” de Malena Galmarini, que el matrimonio, muy amigo de Martín y Jesica, decidieron no ir.

Massa mantuvo la intriga hasta muy tarde y le pidió a sus asesores, pudo saber ExpedientePolítico, que respondan con evasivas porque se trataba “de un acto propio de su vida privada”.

Scioli fue asesorado para que no asista. Ya bastante tuvo con la foto que le “robaron” jugando al fútbol en pleno desastre de las inundaciones, operación que adjudicó a Massa. La pareja feliz, que gastó cerca de 1 millón de pesos en la mega fiesta de la cancha de polo del partido de Ezeiza, contó como invitado más significativo de la política al Ministro de  Seguridad, Alejandro Granados. El glamour fue afectado por el faltazo de Marcelo Tinelli, alguien que sin ser candidato talla y mucho en la política.