Confirman que Elaskar compró una Ferrari con US$ 300 mil que llevaba en un bolso

Federico Elaskar y Leonardo Fariña llevaban una vida de lujos, casi desenfrenada, hasta que ocurrió el escándalo. Un testigo acaba de declarar ante el juez Sebastián Casanello que el ex dueño de la financiera SGI le compró una Ferrari. Lo curioso es que la operación se hizo en efectivo y se pagaron poco más de 300 mil dólares, un precio desmedido. El dinero fue entregado en un bolso en el banco Patagonia de Márquez y Panamericana.

Cuando declaró ante el magistrado, que lo investiga por supuesto lavado de dinero, Elaskar había admitido que tenía entre sus bienes la Ferrari 430 dominio GUA 681, y que la puso a nombre de la firma Vanquish Capital Group. También dijo que había “intentado celebrar un contrato de seguro con la empresa La Holando Sudamericana por $33.199”. Pero ocultó que pagó 300 mil dólares en efectivo. Los detalles son llamativos.

Según el testimonio del vendedor, Federico Bonomi, la venta comenzó a gestarse en Punta del Este, en enero de 2011, durante un cumpleaños, donde estaba un amigo suyo que conocía a Elaskar. El dueño de SGI estaba apurado, pero la Ferrari estaba en la casa de Bonomi, en San Isidro. A través de otro amigo, lograron verla ese mismo día. Antes de viajar, el empresario le pidió una seña “fuerte”. El dinero apareció rápido.

Se encontraron al mediodía siguiente en el Patagonia. Elaskar apareció con “ tres pendejos y una persona de unos cincuenta y pico de años”, declaró el vendedor del auto ante Casanello. Los “amigos” de Elaskar discutían entre ellos sobre las características de la Ferrari. “Ellos pensaban que era convertible, con lo cual no sabían ni lo que estaban comprado. Ellos hablaban como que venían de comprar otros autos, estaban excitados” recordó Bonomi. Mencionaron, al pasar, la Ferrari California, un modelo que no tiene gran aceptación entre los fanáticos de la marca.

Elaskar nunca se hizo cargo de la compra en primera persona. Entregado el dinero, los compradores exigieron la entrega inmediata del auto. Bonomi se negó: quería firmar el 08. En ese momento tomó la palabra el mayor del grupo. Se comunicó, vía Nextel, para pedir los datos de la sociedad que finalmente quedaría como dueña del vehículo: “Estoy acá con los chicos, acabamos de comprar una Ferrari”. Con todos los papeles en regla, uno de los amigos de Elaskar fue a retirar el auto a lo de Bonomi. El empresario lo describió como “un pibe flaco, medio alto y castaño”.

Bonomi declaró ante el juez que no está seguro si uno de los tres jóvenes que acompañaban a Elaskar aquel día era el valijero Leonardo Fariña, preso por una causa de evasión agravada. Dijo que ninguno usaba el pelo atado con rodete. Pero el propio Elaskar admitió ante Casanello, en junio de 2013, que “esa operación fue llevada a cabo junto con Leonardo Fariña, quien utilizó dicho rodado”.