Contra la reventa

La reventa de entradas, un negocio que suelen manejar los barras, pasa a ser delito por sí mismo: al que agarren con las manos en la masa deberá pagar una multa que puede ir de $ 2000 a $ 10.000 e incluye pena de arresto en la cárcel por 30 días. Esta nueva ley rige sólo en Buenos Aires y fue impulsada por el diputado Francisco Quintana y aprobada por la Legislatura a fines de 2014. “Nosotros hacemos nuestra parte, ahora precisamos que los hinchas se comprometan y compren únicamente entradas oficiales y denuncien la reventa”, dijo Quintana. Con el comienzo del torneo de 30 equipos salió una buena iniciativa para terminar con la reventa y los negociados de los barra bravas.