Crece el malestar radical y se calienta la interna en Cambiemos

En La Plata la UCR puso el grito en el cielo, en tan sólo una muestra de lo que pasa a nivel nacional. El factor Lilita. Todos los detalles.

La UCR no está muy cómoda dentro de Cambiemos. Pese a que los líderes más importantes lo nieguen, el partido centenario que forma parte de la coalición de gobierno tiene algunas diferencias con la pata PRO, que cada vez son más evidentes.

Avellaneda y Moreno fueron los primeros municipios donde se vieron los conflictos iniciales con fractura de bloque en ambos Concejos. Ahora fue el turno de La Plata, donde la UCR volvió a estallar y amagó con dejar solo al intendente PRO Julio Garro. Dijeron que se iban, pero finalmente decidieron quedarse en el espacio, aunque sólo por ahora.

La clave es que la interna va cada vez más en aumento. El radicalismo se queja por la falta de protagonismo y la falta de comunicación, principalmente en Buenos Aires. Nadie lo dice públicamente pero el enojo porque el Pro se corta solo en decisiones importantes de gobierno está cada vez latente.

El Congreso tampoco es independiente a esto. Allí los macristas van por un lado y los correligionarios de la UCR por el otro, a veces, incluso, el debate encuentra a radicales criticando duramente proyectos que bajan desde el Ejecutivo. “Plantean quejas como si fueran opositores”, le dijo a Expediente Político alguien que frecuenta esos pasillos.

Así está el escenario planteado. La relación de Macri con Sanz sigue siendo buena, pero por debajo de ellos la realidad es otra. Para colmo apareció Elisa Carrió y le mandó un mensaje al presidente. Dice que no quiere que cuando la inviten a hablar este Sanz en el medio.

¿La sangre llegará al río?