Crespi y la tormenta perfecta

Es uno de los dirigentes más polémicos del fútbol argentino. Fue protagonista de la polémica suspensión de Boca-Gimnasia.

Juan Carlos Crespi sumó un nuevo capítulo a su polémica vinculación con el mundo Boca. Su guiño al salir del vestuario del árbitro Facundo Tello cuando se decidió la suspensión del partido ante Gimnasia en La Plata, levantó suspicacias. Y su gesto, claro, no ayudó para nada. Recorriendo la historia de Crespi -nadie resiste un archivo- se pueden encontrar otras actitudes que no lo dejan bien parado.

En noviembre de 2017, Crespi presenció junto a Alejandro Sabella, el sorteo de la Copa del Mundo de Brasil 2014. Aquella tarde, las bolillas favorecieron a la Selección, que cayó en una zona accesible junto a Bosnia, Irán y Nigeria.

Las cámaras de la televisión enfocaron a la delegación argentina y Crespi realizó un gesto que llamó la atención: puso sus dedos en V, y los llevó hacia su hombro izquierdo. Como un mensaje hacia el jefe. ¿Fue para Julio Grondona? Nunca se supo.

Las actitudes de Crespi,sin embargo, no sorprenden. Cuenta una persona que integró el cuerpo técnico de la Selección de Sabella, que el ex dirigente de Boca, tuvo varios cortocircuitos con jugadores y con periodistas. “En Boca sabían que si había que ir a pedir un árbitro a la AFA, Crespi era la persona señalada. Tiene mucha personalidad y mucha muñeca. Es útil en ese aspecto. También para solicitar cambios de horarios. En el terreno fangoso, se movía con mucha habilidad”.

Crespi se cruzó con Marcelo Tinelli, en la previa de las elecciones que dejaron el famoso 38-38. “El fútbol es para vivos. Esto del fútbol no es cortar polleritas”, le tiró al conductor que soñaba con sentarse en el sillón de la calle Viamonte.

También, claro, se enfrento con Rodolfo D’Onofrio. “Es un vende humo. Siempre manda a otro a que levante la mano y después está a favor o en contra según sus propios intereses”, acusó Crespi. Hay más. “D’Onofrio tiene que repasar un poco la historia y calmarse. A River le falta mucho para alcanzar a Boca a nivel internacional, aunque quieran sacar copas de cualquier lado”, tiró

Sus actos polémicos también se dieron en Boca. Como cuando en 2016, durante un entrenamiento, encaró al periodista Augusto César. “Te vas o te rompo la cara”, fue la amenaza del dirigente. Augusto César se negó y entonces recibió una piña en el rostro. Crespi, enseguida, se dio cuenta del error que habìa cometido y se encargó de que el escándalo se conociera en los medios.

Para finalizar, otro capítulo que lo tuvo como protagonista. Fue durante el Mundial de Brasil, cuando Javier Mascherano criticó a Crespi por la indiscriminada venta de entradas. Los futbolistas querían tickets para la familia y el dirigente no las consiguió. Hubo una reunión al término de un entrenamiento y el Jefe le dijo de todo. “Sos el campeón del mundo a la hora de hacerte el boludo”, le dijo el volante surgido en River.