Cristina quiere cerrar el debate por el Procurador antes de fin de año

La vicepresidenta no quiere dilatar más el nombramiento. Negocia con parte del radicalismo.

Daniel Rafecas es el candidato de Alberto y ahora de Lilita Carrió. Sorpresas de la vida política local. Su nombre recibe apoyos y rechazos, por igual, en las dos trincheras coalicionistas.

El gran mérito del juez federal es haber resistido durante meses el desgaste de avances y retrocesos dentro del debate interno de senadores de las diversas bancas.

El punto crítico actual es que se van acotando los tiempos de la resolución del embrete. Cristina quiere cerrar el asunto antes de fin de año. Por eso apura un cambio en la metodología de elección del jefe de fiscales para que sea por mayorías sencillas y no con los dos tercios de los presentes.

En este sentido le mandó un mensaje claro al postulante de la Rosada para que no se haga el exquisito sobre las características que adquirirá el debate para nombrarlo. Recordemos que Rafecas se expidió al respecto diciendo que se bajaba si tocaban mucho la Ley de Ministerio Público.

La realidad es que a Cristina le apremia sacar del ruedo al procurador interino Eduardo Casal, mas que imponer un nombre alternativo al del presidente. Sabe que tras su carta, todos su gestos posteriores pueden ser vistos como desestabilizadores a tibia gestión de “funcionarios que no funcionan”.

El radical implantado, Martín Lousteau, que no cuenta con la simpatía de Ella, es un voto potable ya que el economista tiene amigos en común con Rafecas y hasta un hermano que comparte una cátedra en Derecho con el postulante.

Cristina prefiere avanzar en la negociación del Procurador con sectores del radicalismo como el titular del bloque, Luis Naidenoff. Los radicales comenzaron a escuchar y ver en la negociación una ventana de oportunidades. El juez Rafecas es a priori impugnado por su rol en el juicio de los sobornos de la Banelco, causa que para la UCR fue ofensiva.

El radical implantado, Martín Lousteau, que no cuenta con la simpatía de Ella, es un voto potable ya que el economista tiene amigos en común con Rafecas y hasta un hermano que comparte una cátedra en Derecho con el postulante.

El otro obstáculo al sortear por Rafecas es la división que su figura provoca también en la dirigencia judía. Carrió en eso puede ser de gran ayuda.