¿Cuál es el problema de fondo con el tratamiento equino?

Una entidad médica lo salió a cuestionar duramente. Sus defensores consiguieron apoyo gubernamental. Quién presiona desde atrás.

Sectores de la oposición plantearon sus dudas a partir de un pedido de informes al Ejecutivo sobre la utilización de suero equino para el tratamiento de pacientes con Covid. Graciela Ocaña fue la espada principal en elevar la voz, días después que el presidente Alberto Fernández, le diera su apoyo al visitar la sede biotecnológica Inmunova, en el campus de la Universidad Nacional de San Martín.

A la vez, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (Sati) salió a cuestionar el tratamiento por posibles consecuencias adversas en pacientes de terapia intensiva. Llamó la atención la advertencia cuando en realidad la sangre de caballo no se le venía aplicando a este tipo de pacientes sino otros agravados pero sin necesidad de respiración asistida.

La ANMAT activó la autorización del medicamento trazado por científicos nacionales, para aplicarse bajo condiciones especiales y por el plazo de un año.

Dicen en el sector de la medicina privada que no se pueden seguir sumandos costos a un sector que apenas puede mantenerse en pie por los efectos del Covid. La pulseada está del lado de los intereses económicos más que de un debate netamente científico.