Salir tercero es un alivio para Macri, si sigue perdiendo el kirchnerismo

Este parece el plan electoral del gobierno. Las fuerzas provinciales adquieren protagonismo. El peligro de creer que Cristina ya tiene octubre bloqueado.

Río Negro ha sido un calco de Neuquén: el segundo test electoral importante del año demostró que el kirchnerismo tiene un techo de crecimiento y que las fuerzas provinciales se empoderan ante la desconfiguración del sistema político tradicional.

Un gobierno que festeja con los triunfos de los otros debería tomar nota de este nuevo mapa que garantiza gobernabilidad pero a alto costo fiscal ya que los gobernadores, a través de senadores, logran recursos para las provincias ante la crisis. Al no haber una liga de gobernadores activa y homogénea, las cosas van saliendo a los empujones y ahora con la mirada atenta del FMI.

Río Negro, al igual que Neuquén, basa su funcionamiento con un ejército de empleados estatales. Por ejemplo, tuvo un aumento del 19,5% en los últimos cinco años (entre 2011 y 2016).

El tren del triunfo tiene, aun para el macrismo, varios escollos y túneles oscuros para atravesar. Macri tuvo poco tiempo para festejar el triunfo de terceros que obturaron la “bomba ” de expansión kirchnerista en los primeros rounds electorales.

Sus socios radicales vienen presionando por cambios en la política económica. La cinchada tiene, en la otra punta, al FMI que advierte al gobierno para que intensifique el ajuste y hasta aumente impuestos, como si fueran baratos en la argentina.

El triunfo contundente de la primera gobernadora de Río Negro (55% de los votos) tiene una lectura unívoca. El peronismo y el radicalismo, como tales, dejaron de tener las ínfulas de un sello propio, determinante, para irse mimetizando en diversos bloques de alianzas, mientras el Pro no pudo ampliarse más allá de la provincia de Buenos Aires.

La UCR ve esta arena movediza y no quiere arriesgar el capital propio, sobre todo cuando las acciones que maneja en el enclave de poder son minoritarias.

Arabela Carreras, que actualmente es ministra de Turismo, Cultura y Deportes, nació en San Carlos de Bariloche y es licenciada en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba.

Al terminar su carrera de grado volvió a Bariloche, donde se desempeñó como docente de nivel medio y terciario. Entró a la política por al puerta del gremialismo.

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Juntos Somos Río Negro es la fuerza provincial rionegrina que por un rebote virtuoso la consagra como primera mujer gobernadora de la provincia. El fallo de la Corte que inhabilitó a Weretilneck la puso en el camino a Arabella, que ahora con el mando se verá como comparte poder con su gestor.

El oficialismo nacional volvió a salir tercero con su candidata Lorena Matzen (5,66%), con una performance peor que en Neuquén.

En tanto, Macri respira aliviado con un peronismo que sigue dividido y cuya oferta más tentadora es Cristina.

El esquema de “eterno tercero” corre peligro de consolidarse sino hay un golpe de timón, que aunque no sea como pretende la UCR (con más estado y controles), provoque una llamita de esperanza a los que quieren creer que todavía “se puede….”.